Cuando todo indicaba que el partido entre Racing y Belgrano se iba a jugar con público en el Cilindro de Avellaneda, en las últimas horas hubo marcha atrás y el encuentro correspondiente a la primera fecha será a puertas cerradas por temor a un enfrentamiento entra tres facciones de la barrabrava.
Se había llegado a un acuerdo para que hubiera público en el duelo del domingo con un impresionante operativo de seguridad de 600 policías. Pero hoy Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, aseguró que "no están dadas las condiciones para que se juegue con hinchas". Así, a falta de la confirmación oficial de Aprevide, organismo de seguridad de la Provincia, se dio marcha atrás.
Al parecer, el cambio de ayer a hoy es que la actualización de la lista de barras con derecho de admisión que debía realizar el club de Avellaneda, entregada hoy, estaba con el plazo vencido. La determinación de Berni tomó por sorpresa a los funcionarios de la Aprevide, que ya habían comenzado a trabajar en el operativo. Todavía existen negociaciones para que el ministro revierta su postura, y los dirigentes de Racing también presionan.
Tras negociaciones para evitar disturbios entre las tres facciones de la barra de Racing el domingo, Berni pegó un volantazo y decidió que las condiciones no están dadas para que se juegue con público.
La interna en la barra estalló hace unos meses cuando fue detenido Leandro Paredes, el líder de Los Pibes de Racing, banda que desbancó a La Guardia Imperial. Con Paredes preso, su segundo, Matías Alfonzo, alias "Cara de Paty", quedó como mandamás. Cuando Paredes fue liberado la semana pasada, acusó a Alfonzo de robarle el lugar.
Por esto hubo dos enfrentamientos a los tiros: uno en Villa Corina y otro en Ezeiza, cuando los barras regresaron al país luego del viaje a Abu Dhabi por la final contra Boca de la Supercopa Internacional. Pero además de todo esto, un grupo de La Guardia Imperial intenta volver a posicionarse.
Con el inicio del torneo a la vuelta de la esquina, Aprevide empezó a moverse y se produjeron cinco detenciones el martes. Además, presionó a Racing para que ponga dentro del derecho de admisión a los barras que viajaron a Emiratos Árabes Unidos. También existió una reunión entre los barras y los dirigentes para buscar una tregua. Así las cosas todo se encaminaba a jugarse con público, hasta que hoy Berni dijo que no y dio marcha atrás. ¿Habrá tiempo para un nuevo volantazo?
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