Este viernes se reunieron en la base Ramstein, Alemania, los ministros de los países miembros de la OTAN y el representante alemán desató la controversia al negarse a enviar a Ucrania los tanques de guerra que pidieron sus autoridades.
Valery Zaluzhny, un militar de Ucrania de alto rango, pidió a sus aliados occidentales el envío de alrededor de 300 tanques para “marcar la diferencia” con sus oponentes rusos. Hasta el momento, los ucranianos estuvieron recibiendo tanques y carros de combate antiguos de parte de los miembros de la OTAN, que se privaban de enviar equipos modernos para evitar que Rusia tomara represalias directas contra ellos.
Esta política comenzó a cambiar en las últimas semanas: Estados Unidos, Francia y Alemania anunciaron medidas más agresivas comprometiéndose a enviar vehículos militares blindados y pronto se empezó a hablar de los Leopard 2, unos tanques de guerra de origen alemán de los cuales hay varios repartidos por Europa y que ya fueron empleados por Turquía en Kosovo, Bosnia, Afganistán y Siria.
Siendo que existen aproximadamente 2000 repartidos en diferentes países del continente europeo, las autoridades alemanas ni siquiera tendrían que enviar los propios, sino que alcanzaría con que autorizaran su re-exportación por parte de los países que ya los tienen. Sin embargo, el canciller alemán, Olaf Scholz, se muestra titubeante y expresó su temor de despertar la ira rusa contra su país en caso de autorizar el envío.
Scholz no dio un no definitivo al envío de sus tanques a Ucrania, pero quiere asegurarse de que no actuará solo de forma tal que las eventuales represalias no caigan exclusivamente sobre su país. La intención del funcionario es, concretamente, que Estados Unidos también se comprometa a enviar vehículos.
La discusión sobre los tanques divide a los aliados de Ucrania
Las reacciones a los titubeos alemanes no se hicieron esperar. “La negativa del canciller, y el hecho de que Alemania no envíe Leopard, son de hecho 'ir por la libre', 'cortarse solo', eso no tienen nada que ver con la solidaridad”, protestó el vicepresidente del principal partido opositor en Alemania, Johann Wadephul.
Por otro lado, Polonia, uno de los principales aliados militares de Ucrania, aseguró que enviará los tanques de cualquier forma, aunque los alemanes se nieguen a autorizar. "El consentimiento es secundario y lo importante es la entrega de tanques modernos y armamento pesado lo antes posible", sentenció el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, mostró su apoyo a Polonia asegurando que "este no es momento para desacelerar, es momento para profundizar”, y agregó que “el pueblo ucraniano nos está mirando" y que “Polonia es líder en el suministro de blindados a Ucrania, en instrucción de las fuerzas armadas ucranianas y en la acogida de los refugiados”.
