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Policiales

Comelli, Viollaz y Benicelli, los rugbiers que hicieron silencio pero están muy complicados

Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ayrton Viollaz fueron tres de los ocho acusados que se mantuvieron en silencio durante toda la primera etapa del juicio. Sin embargo el testimonio de los testigos y las pericias complican su situación en la causa.

Enzo Comelli de 22 años, trabajaba en el mismo boliche de Zárate que Máximo Thomsen y su familia estuvo presente durante toda la etapa de pruebas que se llevó a cabo las últimas semanas en Dolores. Fue su madre, María Alejandra Guillén, la que dijo en su testimonio que atraviesan "una agonía constante" y se quejó de que su marido casi pierde su trabajo en la ferretería.

Desde la primer ronda fue señalado como uno de los agresores de Fernando. Juan Bautista Besuzzo, amigo de la víctima dijo que Comelli atacó a Fernando por la espalda y “lo sentó con un golpe” Cuando lo detuvieron, el acusado presentaba un “hematoma sobre el labio inferior".

El quiosquero de Gesell que presenció la agresión, marcó a Benicelli como el "arengador" del ataque.

Pero peor que su situación, es la de Matías Benicelli señalado por los testigos como el del "rodetito"-un peinado que usaba ese verano pero hoy ya no mantiene. El rugbier de 23 años es el que quedó más complicado de los tres cuando Sebastián Saldaño, el quiosquero de Gesell que presenció la agresión, lo marcó como el arengador del ataque, mientras veían cómo Thomsen pateaba la cabeza de Báez Sosa. Él también fue el que le abrió la puerta a la policía a las 10.30 cuando fueron a detener al grupo a la casa que alquilaban en la localidad costera.

Además un testigo lo ubicó como “agresor directo” de Fernando y otro lo situó “agrediendo también a un amigo”, mientras que un restante lo identificó como quien le gritaba a Fernando “a ver si volvés a pegar, negro de mierda”. También lo señalaron por intervenir e impedir que otras personas se acercaran a ayudar a Fernando. No solo eso: el perito César Guida reveló que se halló sangre de Fernando en la camisa floreada que Benicelli vistió en la noche del crimen.

Sergio Viollaz en el TOC N°1

Durante las audiencias, Benicelli tuvo que escuchar a su padre, Héctor, lamentándose: "Vivimos acosados. Le han querido pegar a mi hija y a mi señora en la calle. Escucho cómo la insultan mediáticamente a mi señora. Escucho que cuando lastimen a mi hijo en el penal no lo van a defender. No hay un día que no me levante con insultos. El dolor no se cura con más dolor”.

En cuanto a Ayrton Viollaz de 23 años -el único del grupo que no tenía teléfono- fueron cinco los testigos que lo identificaron en la escena. “Se lo observa cerca de todo lo sucedido”, indicó el informe final de la fiscal. Igual que Benicelli, está señalado como uno de los que impedía que las personas se acercaran a auxiliar en la golpiza. Su padre Sergio estuvo en todas las audiencias.

Los tres, junto a los otros cinco acusados de asesinar brutalmente a Fernando Báez Sosa, continuarán detenidos a la espera de los alegatos, que ocurrirán el 25 y 26 de este mes y el veredicto, que llegará el martes 31.