A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa, el padre y la madre del joven asesinado participaron de un homenaje en Dolores, sede de los Tribunales donde se desarrolla el juicio.

Además, en Villa Gesell, presidio una misa en recuerdo de Fernando el obispo Gabriel Mestre subrayó la fortaleza de los padres de Fernando por exigir justicia y no venganza.

Finalizada la jornada 13 del juicio contra los ocho rugbiers, Silvino y Graciela fueron recibidos con un suave y respetuoso aplauso en el Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur, de la ciudad de Dolores. Allí se realizó una oración interreligiosa que fue declarada de "interés municipal" por las autoridades del partido.

Allí se plantó, además un jacarandá, el árbol preferido del joven asesinado. Los acompañaron unas 2.500 personas desde las tribunas del anfiteatro. Portan carteles reclamando justicia. Además, acercaron donaciones que fueron recolectadas por los organizadores y colaboradores.