Tras la guerra de 2020, Azerbaiyán lanzó el año pasado un ataque a gran escala contra el territorio soberano de Armenia. Pero la agresión del gobierno de Ilham Aliyev contra el pueblo armenio no terminó ahí.
Desde el 12 de diciembre de 2022, el Estado azerí bloquea la ruta de Lachín que une a la República de Artsaj (Nagorno-Karabaj), territorio habitado históricamente por armenios, con la República de Armenia y con el exterior. Además, desde el territorio controlado por Azerbaiyán interrumpieron el suministro de gas y electricidad a Karabaj en días de temperaturas extremadamente bajas en el invierno del Cáucaso.
Según el acuerdo de alto el fuego firmado entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia, que puso fin a la guerra de 2020 que desató Bakú contra Artsaj, este corredor de Lachín se mantiene bajo control de las Fuerzas de Paz Rusas y debe funcionar libremente. Sin embargo, esta ruta se encuentra bloqueada hace 37 días por Azerbaiyán violando esta declaración trilateral y los principios del derecho internacional humanitario.
Los 120 mil armenios que habitan Artsaj están en peligro. Este bloqueo, que organiza un grupo de operaciones especiales de Azerbaiyán disfrazado de civiles ambientalistas, desató una crisis humanitaria en Nagorno-Karabaj que se agrava día a día. Los habitantes de esta región que lucha por el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación sufren de desabastecimiento de productos básicos, de alimentos y de medicación. A su vez, están aislados con limitado acceso a energía e internet.
“Estamos ante una inminente limpieza étnica, las vidas de las personas están bajo riesgo directo”, denunció el defensor de los derechos humanos de Artsaj, Gegham Stepanian, quien señaló que se está frente a un “crimen de lesa humanidad”. “Azerbaiyán está implementando una política de limpieza étnica y genocidio al más alto nivel”, afirmó.
Mientras desde la República de Armenia denuncian ante organismos internacionales esta crisis humanitaria desatada por Azerbaiyán, y desde Rusia negocian el levantamiento del “inaceptable” -según lo calificó el Kremlin- bloqueo del corredor de Lachín, desde Bakú declaran públicamente su decisión de atacar y ocupar Artsaj y Armenia. “La Armenia de hoy es nuestra tierra”, expresó el líder azerí Ilham Aliyev, el pasado 24 de diciembre.
Esta es una de las peores crisis humanitarias que se viven en Nagorno-Karabaj desde que se puso fin a la guerra de los 40 días de 2020 en la República de Artsaj, región de población mayoritariamente armenia y foco de un conflicto intermitente tras la declaración de su independencia en 1988 de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
