Conversaciones que parecen hablar sobre coimas y sobres abiertos con decenas de miles de dólares, estrategias jurídicas pensadas por uno de los representantes de una justicia que está de los dos lados del mostrador, y mensajes sobre operaciones políticas y mediáticas. Todo eso y mucho más salió a la luz sobre el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D'Alessandro, cuando se publicaron en internet una serie de chats sacados del celular del funcionario.
En la página web desde donde se puede acceder a las conversaciones se ve, además, cuales eran los chats más frecuentes del funcionario, dibujando la red que rodea a este peculiar personaje del gobierno porteño, que recibió el respaldo del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, horas antes de que se conozcan las nuevas filtraciones.
Los mensajes difundidos llegan hasta octubre del 2015, justo antes del comienzo del gobierno de Mauricio Macri. En aquél momento, el abogado era diputado nacional por el PRO. En el 2016 se concretó su pase al poder ejecutivo de la Capital Federal y su llegada a la por entonces Secretaría de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos.
Entre los chats más llamativos está la conversación que tiene D'Alessandro con Silvio Robles, la mano derecha de Horacio Rossatti, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Robles y Rosatti son inseparables desde el 2004, cuando el actual juez llegó al Ministerio de Justicia de la Nación, en el gobierno de Néstor Kirchner. Allí se ve como el histórico vocero de Rosatti y actual Director General de su vocalía le dicta la estrategia judicial-política del macrismo para ganar la pulseada por los asientos en el Consejo de la Magistratura.
"Tas?", le preguntó Robles a su contacto en el gobierno porteño, que le respondió una sola palabra: "Siempre". Ese comienzo de conversación se produjo el 15 de noviembre de este año, en pleno debate sobre los consejeros. Robles siguió: "En 5 te paso letra para que lo muevas". El operador judicial se refería a la estrategia que debía seguir Juntos por el Cambio en el debate sobre el Consejo de la Magistratura. Envió un largo mensaje detallando cómo debía actuar la oposición para quedarse con un asiento más.
Otra impresionante conversación, larga y evidentemente fructífera, es la que D'Alessandro sostuvo con Marcelo Violante, el dueño de la empresa Dakota, que maneja el acarreo en la Ciudad de Buenos Aires desde los 90', los estacionamientos medidos y tarifados, y un montón de garajes por toda la Capital Federal.
La principal tarea de Violante para aumentar la fortuna de su empresa, y la suya personal, es conseguir concesiones del gobierno de Larreta y, como muestran los chats, D'Alessandro es uno de las principales fichas del empresario en la política. A él le pide favores judiciales, para lograr que algún empresario zafe de alguna causa molesta, o políticos, para asegurarse que una de sus empresas gane alguna de las licitaciones.
Esos intercambios, aparentemente, también tiene sus retornos. La conversación incluye extrañas menciones de sobres abiertos, dólares, y pagos incompletos.
Por supuesto, también hay conversaciones con Silvia Majdalani, que fue jefa de los servicios de inteligencia del estado nacional durante el gobierno de Macri. Ella le pasaba fotos de organizaciones sociales preparando movilizaciones, le pidió algún que otro favor político, y tuvieron una conversación sobre una licitación del Gobierno de la Ciudad.
Las conversaciones más largas son con un tal Augusto y con un número desconocido, un contacto borrado. Augusto se supone que es, según comentó el diputado oficialista Rodolfo Tailhade, el fiscal César Augusto Troncoso, con quien armó la movida para estar atentos a la conducta del diputado Gerardo Milman en la Cámara, por su curiosa propensión a contratar mujeres jóvenes como asesoras y su tendencia a las teorías conspirativas.