Dos blisters de clonazepam sobre la mesa, una bolsa de plástico en su cabeza, y una larga nota, escrita inicialmente en una computadora y terminada a mano con letra confusa. Esta es la escena que encontró la Policía de la Ciudad el sábado de Nochebuena en una habitación del 5° piso del hotel Up de Recoleta.
El cadáver de la diseñadora Olga Naum, en el centro de la sala, tenía a un costado, también un recorte periodístico de una aviso fúnebre que detalla el crimen del hijo de una concejala de Saladillo cometido hace 11 días. Por ese crimen, está detenido Joaquín Salgado, nieto de Naum, y Ezequiel, hijo de la diseñadora muerta y padre de Joaquín, también fue arrestado por ese mismo crimen.
La carta que dejó Naum, según consigna hoy Infobae, es la confesión de un aparente suicidio, el drama personal de la diseñadora. En el texto se explaya sobre desgracias familiares anteriores, como el caso de un nieto suyo que murió en el hueco de un ascensor, o la historia de un hermano a causa del cigarrillo.
En otro momento de la misiva, la diseñadora se muestra preocupada por la salud mental de Joaquín Salgado, y explica cuánto le preocupa verlo preso. Luego, se refiere a la investigación por el hecho, y a la fiscal a cargo del expediente. Asegura, incluso, que el hijo de una funcionaria judicial habría provisto de estupefacientes a su nieto.
El escrito fue analizado por los investigadores del caso, a cargo del fiscal Leonel Gómez Barbella, que comisionó la autopsia y un análisis forense a la escena.
Todo indica que Naum se habría quitado la vida, pero el expediente continúa abierto bajo la calificación de averiguaciones de causales de muerte.
La familia de Naum había denunciado su desaparición el viernes 23 de diciembre pasado ante la Comisaría Vecinal 14C de la Policía de la Ciudad. De acuerdo con los que detalles que brindaron, la diseñadora fue vista ese día mientras circulaba a pie por la avenida Figueroa Alcorta, en dirección a los bosques de Palermo.
La recepcionista del hotel le indicó a la Policía que Naum se había hospedado en la habitación 503 el día anterior a las 17 horas y que debía hacer el check out a las 11 del sábado. Como la mujer no se retiró a la hora pactada, los empleados comenzaron a llamarla para saber qué había ocurrido.
