Mientras la prensa y figuras públicas de Francia criticaron a Emiliano Dibu Martínez por el bebé de plástico con la cara de Kylian Mbappé al que le hizo upa durante las celebraciones, el 10 del seleccionado francés le restó importancia a la alegría Argentina luego del partido de hoy del París Saint-German (PSG).
"Las celebraciones no son mi problema", se desligó el goleador francés de la final del Mundial y concluyó: "No hay que malgastar energías en cosas tan fútiles".
Además, la prensa le consultó si había charlado con Lionel Messi luego de la final y Kylian Mbappé reveló que sí: "Charlé con él después del partido, lo felicité porque era la búsqueda de su vida para él. Para mí también, pero fallé, así que siempre tienes que ser un buen jugador".
Sobre las ganas que tiene de volver a jugar en el mismo equipo que el 10 argentino agregó: "Lo importante es dar lo mejor de mí por el club. Vamos a esperar a que vuelva Leo para empezar a ganar partidos y volver a marcar goles".
Con solo 10 días de descanso entre la final y su primer partido del PSG, en el que marcó el gol ganador por el que terminaron 2 a 1, consideró que el cansancio de la final no se "digiere" nunca: "Ahora, como le dije al entrenador y a los compañeros, no hay razón para que mi club pague por un fracaso en la selección. El PSG no es responsable de nuestra derrota".
También aprovechó para reflexionar sobre los errores de la final en el estadio Lusail Iconic en Qatar: "La final fue un partido loco, empujamos porque sabía que sin nada podíamos darle la vuelta a la situación. Eso es lo que hicimos muy tarde en el juego".
