El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil abrirá una investigación contra el presidente Jair Bolsonaro y algunas personas de su entorno por haber puesto en duda la fiabilidad del sistema electoral en las últimas elecciones y por supuestos delitos de abuso de poder en la campaña.
La decisión del juez Benedito Gonçalves recogió el pedido de la defensa de la candidatura del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva. Gonçalves en su resolución explicó en su resolución: "Los hechos narrados se amoldan, en tesis, al uso indebido de medios de comunicación y al abuso de poder político", según el portal G1, citado por la agencia Sputnik.
La defensa de Lula pidió la semana pasada que investiguen, por un lado, los ataques al sistema electoral (como el cuestionamiento de la seguridad de las urnas electrónicas) y, por otro, el abuso de poder político y económico para ganar apoyos.
En este segundo ámbito entrarían maniobras que el equipo de Lula considera potencialmente irregulares. Por ejemplo, el anticipo de transferencia de ayudas sociales para los más pobres, el aumento de las familias beneficiadas por esas medidas y la creación de subsidios especiales para camioneros y taxistas a pocos días de las elecciones.
A partir de ahora, Bolsonaro y las otras personas objeto de la investigación (entre las que están sus hijos Flávio y Eduardo, el candidato a vicepresidente Walter Braga Netto y varios diputados de extrema derecha) tendrán un plazo de cinco días para presentar sus argumentos de defensa.
La presentación de la alianza que hegemonizó el PT apunta a que, si son condenados, los acusados no puedan ser elegidos en futuras elecciones y que se les revoque el mandato a quienes consiguieron un puesto en estas pasadas elecciones.
La decisión de hoy es el segundo golpe contra Bolsonaro y sus cercanos en la semana: ayer, el mismo TSE había rechazado por unanimidad la incompetencia que alegaban los acusados para atender otra denuncia por abuso de poder.
Este otro caso, presentado por el Partido Democrático del Trabajo (PDT), es por la realización de un encuentro con embajadores extranjeros en el Palacio de la Alvorada, en julio pasado, televisado por TV Brasil, en el que Bolsonaro también atacó al sistema electoral y a algunos jueces.
El Gobierno argumentaba que ese acto con los embajadores no fue electoral.
Fuente: Télam