El periodista estadounidense Grant Wahl, de 48 años, murió ayer mientras cubría el partido entre Argentina y Países por los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. Según informaron, sufrió una descompensación en el tramo final del encuentro. Su fallecimiento generó conmoción.

"Un gol de pelota parada diseñado de forma increíble por parte de los Países Bajos", fue el último mensaje que escribió Grant Wahl en su cuenta de Twitter con más de 850.000 seguidores. El periodista, que ya que había tenido un importante protagonismo durante su cobertura, había sido detenido antes del debut de Estados Unidos contra Gales por llevar una remera con los colores del arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTIQ+.

La noticia de la muerte del reportero fue dada a conocer por la asociación de fútbol estadounidense US Soccer. A través de un comunicado en las redes sociales, señalaron que "toda la familia del Soccer de Estados Unidos está con el corazón roto". "La creencia de Grant en el poder del juego para promover los derechos humanos fue y seguirá siendo una inspiración para todos", expresaron.

Por otra parte, el hermano de Grant Wahl, Eric, publicó un video en su Instagram y planteó sus sospechas con respecto a los motivos de su fallecimiento. "Soy Eric, el hermano de Grant y soy gay. Por eso mostró la remera. Me dijo que recibió amenazas de muerte. No creo que mi hermano haya muerto, creo que le mataron", denunció.

Desde el Comité Supremo para la Organización y el Legado de Qatar informaron que el periodista estadounidense se "enfermó en la tribuna de prensa del Estadio Lusail durante el partido de cuartos de final de este viernes entre la Argentina y Países Bajos". Además, detallaron que "recibió inmediatamente tratamiento médico de emergencia en el lugar" y que la atención "continuó mientras era trasladado en ambulancia al Hospital General Hamad".

El lunes pasado, Grant Wahl había contado que había cursado una bronquitis luego de "tres semanas de poco sueño, elevado estrés y mucho trabajo". Es más, colegas del diario The New York Times comentaron que "no estaba durmiendo bien".