Marruecos le ganó 1-0 a Portugal y se metió en la semifinal del Mundial de Qatar 2022. Tras quedar eliminado, el capitán portugués arremetió contra el árbitro de nacionalidad argentina y advirtió favoritismos en el campeonato.
Con el arbitraje del argentino Facundo Tello, Walid Regragui consiguió una chance histórica para el equipo que dirige. Dejando en el camino a dos europeos, Marruecos consiguió que por primera vez en la historia que un equipo africano esté entre los cuatro mejores del mundo.
Los marroquíes le ganaron por un tanto contra cero al equipo de Cristiano Ronaldo, que ingresó para jugar los últimos 40 minutos del partido y se despidió con lágrimas en los ojos de lo que fue la quinta copa del mundo en la que participó. El delantero tuvo una chance clarísima para anotar, pero la perdió en manos de Bono, la figura de la fecha.
Tal como lo hizo contra España, Marruecos cedió el manejo de la pelota y esperó a Portugal. El combinado de Fernando Santos intentó primero con algunos pases largos que no le dieron resultado y después con João Félix, quien tuvo tres oportunidades para abrir el marcador.
Cristiano Ronaldo ingresó para jugar los últimos 40 minutos del partido y se despidió con lágrimas en los ojos.
Si bien se plantaron muy bien defensivamente, los dirigidos por Walid Regragui también demostraron sus dotes en ofensiva a la hora de tomar el protagonismo. Así fue como a los 41 minutos del primer tiempo En-Nesyr se anticipó con un gran salto entre Rúben Dias y el mal cálculo del arquero Diogo Costa dejó que el cabezazo del marroquí estalle dentro de la red.
Después del tanto, Fernando santos no tardó en mandar al campo a Ronaldo y a Joao Cancelo en busca de profundidad y mayor llegada al área. Entonces Portugal intensificó su ataque, pero los africanos defendieron su zona con toda la garra necesaria. Cristiano buscó, pero no encontró y se desesperó al igual que sus compañeros.
Una nueva jornada de gloria para Marruecos llegó a su fin y el equipo africano ahora espera al ganador de Francia e Inglaterra para jugar por primera vez una semifinal del mundo.
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