En este momento, en la Ciudad de Buenos Aires, hacen alrededor de 31ºC de temperatura. Mañana jueves, ese número puede subir hasta los 34ºC. La situación extrema llevó al Servicio Meteorológico Nacional a emitir una alerta naranja por las altas temperaturas. Recomendaron, para evitar problemas de salud, tomar mucha agua, no estar al sol entre las 10 y las 16, y permanecer en espacios ventilados o acondicionados.

"Si bien las olas de calor son un fenómeno natural", explicó el licenciado en gestión ambiental Javier Goldschtein, "relacionado a diversas causas que acrecentan los impactos, como la extrema sequía que sufrimos después de 3 años consecutivos de La Niña, en las ciudades eso empeora por las islas de calor". El ambientalista explicó que ese es un efecto que se produce debido al calor que queda retenido en los edificios y el asfalto durante el día. Luego, este se va "liberando lentamente a la noche", afirmó.

Alerta naranja por temperaturas extremas en la Ciudad de Buenos Aires

Goldschtein contó: "Es el efecto piedra que mantiene, aún sin sol, a toda la ciudad muy, muy caliente. Esto está estudiado, y está relacionado a una mala planificación, que es el gran problema que tenemos en todas las ciudades, y el reemplazo paulatino de estructuras verdes o abiertas por parques o plazas de cemento, como sucede mucho en Buenos Aires, como en el Paseo del Bajo".

El problema está relacionado a una mala planificación, que es el gran problema que tenemos en todas las ciudades, y el reemplazo paulatino de estructuras verdes o abiertas por parques o plazas de cemento, como sucede mucho en Buenos Aires.

Javier Goldschtein

De acuerdo al ambientalista, los efectos de este tipo de fenómenos siempre "lo terminan sufriendo más las poblaciones más vulnerables". Desarrolló: "Muchos tienen techo de chapa sin aislante, que con temperaturas de 35ºC, 36ºC les podés hacer un huevo frito encima, imagínate cómo está la gente de adentro".

Al ser consultado sobre las formas de bajar la temperatura en la Ciudad, Goldschtein relató: "Hay un proyecto muy exitoso en Barcelona, donde hicieron un estudio e identificaron qué calles tenían más y menos tránsito, evaluaron cuáles tenían muy poco, y empezaron a volverlas espacios verdes, con parques peatonales y cobertura de tierra y vegetación". "Eso -destacó- contribuye mucho a reducir la temperatura de la ciudad, porque incorpora materiales de alta disipación del calor, y reemplaza material que lo acumula".

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Luego, Goldschtein pasó a explicar cómo hacer viviendas mejor adaptadas al calor, y recomendó las ventanas de doble vidrio, los techos verdes, y jardines verticales como "estrategias para reducir la temperatura de los edificios". "Una estrategia de adaptación sería también tener créditos blandos para mejoras técnicas de las viviendas, que permitan aislar las casas de la temperatura, como la pintura Atacama, que te reduce el calor entre 5ºC y 6ºC".

Nicolás Gallardo, militante de Jóvenes por el Clima y abogado especializado en ambiente, afirmó: "Hay dos campos, el de mitigación y el de adaptación". Con respecto al primero, planteó: "Lo más importante es la infraestructura verde, llenar de verde la ciudad, los espacios públicos". En ese sentido, destacó que "el pavimento no sirve", y explicó que es importante plantar "árboles de crecimiento rápido para generar sombra, no solo en los parques sino en las calles, y serviría mucho construir techos verdes y techos fríos, que reducen la absorción de calor". "Incluso -comentó- se pueden transformar los pavimentos, para que no absorban tanto calor".

Lo más importante es la infraestructura verde, llenar de verde la ciudad, los espacios públicos.

Nicolás Gallardo

Mientras tanto, con respecto a la adaptación, el abogado afirmó: "Hay que mejorar la eficiencia del consumo eléctrico, la construcción de las casas y las fuentes de energía de los edificios". En ese sentido, explicó que en las casas con paneles solares y termotanque "el consumo energético es mucho más eficiente, y bajás el riesgo de cortes". Además, en materia de salud pública, Gallardo contó: "Algo que se hace en algunas ciudades, como París, es poner canillas en la vía pública, donde la gente pueda llenar sus botellas de agua, refrescarse, mojar la cabeza, para evitar problemas de salud por las altas temperaturas".