Julián Álvarez la rompe. Lo saben todos los argentinos desde que debutó en River, los ingleses desde que llegó al Manchester City, y el mundo entero, al menos, desde ayer, cuando metió el segundo gol argentino frente a Polonia y selló el destino del partido, así como el pase a octavos de final para la selección que dirige Lionel Scaloni. Pero hay un pequeño grupo de personas que lo saben desde mucho antes que todos los demás: los habitantes de Calchín, Córdoba, el pueblo natal del delantero de la selección.

Allí nació Álvarez, el 31 de enero del año 2000. En aquel momento, en todo el pueblo no había más que 2038 habitantes, según informó el censo del 2001. El del 2010 arrojó un crecimiento poblacional del 19,5%, con lo que Calchín llegó a tener 2447 personas.

El nombre del pueblo viene del quechua. Mientras "Cachi" significa paraje, "Chin" es sal, o salado, por lo que Calchín es "Paraje salado". Queda en el departamento de Río Segundo, y se encuentra sobre la Ruta 13, a 110 kilómetros de Córdoba capital. La principal actividad económica es agrícola ganadera, con industrias locales relacionadas a ellas. Alrededor de Calchín hay sembrados y tambos, y tiene una llamativa industria local de fabricación de quesos.

Más importante aún: Calchín tiene un muy buen club de fútbol, donde se formó el crack que hoy juega de 9 con la camiseta celeste y blanca. El Club Atlético Calchín, donde jugó Álvarez en su infancia y adolescencia, salió 3 veces campeón de la Liga Independiente y varias más en distintas ligas de la región.

Según contaron algunos personajes del pueblo, casi todos los habitantes tienen su foto con el crack, ya que desde chiquito se veía que iba a llegar lejos.