Más de 17 mil kilómetros separan Argentina de Bangladesh, pero hay una pasión que los une: el fútbol. Después del triunfo de la selección de Lionel Scaloni, se viralizaron diferentes situaciones de festejos en donde la pasión por Lio Messi y equipo genera grandes pasiones.
Desde hace tiempo, los bangladesíes viven con intensidad cada partido de la selección argentina, sin embargo pocos saben del verdadero origen de este fanatismo.
La locura por Argentina se sitúa en la región bengalí, quienes viven en Bangladesh más los que viven en West Bengal en India. Cuando India y Bangladesh formaban parte del Imperio Británico, el fútbol se hizo muy popular entre los bengalíes, ya que los ingleses se encargaron de hacerlo con sus colonias.
Durante la lucha por la libertad de India, el fútbol se convirtió en un símbolo de la lucha contra la colonización. Esto se debe a que los equipos nativos jugaban contra los equipos del ejército británico. Ahí arrancó el fútbol a meterse en lo más fondo de la consciencia colectiva.
Después de la independencia en 1947, West Bengal pasó a ser de India y Bangladesh pasó a ser de Pakistán. En ambos países el fútbol no era tan popular y por lo tanto, no tenía fondos, lo que dificultó su desarrollo pese al fanatismo.
El fútbol siguió siendo popular en Bangladesh. El equipo de fútbol indio fue competitivo a nivel internacional hasta la década del 60', cuando India alcanzó las semifinales olímpicas.
Sin embargo, quienes explican el acercamiento de Bangladesh al pueblo argentino y a su gente, se remontan a 1947 cuando los militares ingleses obstaculizaron un posible avance de Japón, y esto desencadenó una hambruna que se llevó la vida de más de 3 millones de personas.
El mundial del 86' fue el primero que vieron los bengalíes por TV y Argentina le ganó justamente a Inglaterra con un gol con la mano de Diego Maradona. Argentina, que venía de vivir una guerra con los ingleses representaba para ellos una fuerza de lucha contra el imperio británico.
El fanatismo por la selección argentina se afianzó cuando en 2011, el seleccionado nacional con Alejandro Sabella como DT y Lionel Messi como abandera llegaron a estas tierras para jugar un amistoso contra Nigeria. El estadio quedó chico y las autoridades se vieron obligadas a instalar pantallas gigantes en toda la ciudad para que nadie se perdiera ese encuentro.
Cuando murió Maradona, hubo un minuto de silencio en la Liga Nacional de Cricket, el deporte nacional de Bangladesh, y en la final de la Copa América, se tuvo que tomar medidas de seguridad para evitar enfrentamientos entre los fans de Argentina y los simpatizantes de Brasil.
En los últimos días, y a raíz del triunfo del equipo de Scaloni ante México, se pudo ver más muestras de fanatismo. Banderas, vinchas, caravanas, una periodista presentando las noticias más importantes en un noticiero con la camiseta de la selección argentina y la euforia de bangladesíes en un cine festejando el gol de Messi, demuestran una vez más, el fanatismo por Argentina que cada día que pasa, crece aún más.
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