El Supremo Tribunal Electoral de Brasil, encabezado por el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, decidió mandarle un fuerte mensaje al presidente Jair Bolsonaro y el Partido Liberal, que usó para presentarse en las últimas elecciones, sobre la posibilidad de discutir el resultado de los comicios.
El recurso que presentó el partido de derecha para intentar anular las elecciones fue rechazado de pleno, en una decisión judicial que incluye una multa de 22,9 millones de reales al partido de Bolsonaro (el equivalente a cuatro millones de dólares) por "litigar de mala fe".
Moraes afirma que el Partido Liberal actuó de mala porque presentó una denuncia "ostensiblemente ofensiva al Estado democrático de derecho (...) con el propósito de alentar movimientos delictivos y antidemocráticos que, incluso con graves amenazas y violencia, han venido obstruyendo carreteras y calles en todo Brasil".
El juez habla de los cortes de rutas y manifestaciones golpistas frente a los cuarteles que grupos de bolsonaristas realizaron, pidiendo la anulación de las elecciones, ya que opinan que la elección se ganó con fraude. La multa contra el partido de Bolsonaro busca evitar que otros partidos imiten esta actitud antidemocrática en el futuro.
El traspaso de poder tiene que concretarse el próximo 1 de enero, cuando Lula da Silva debe tomar posesión del gobierno y comenzar su tercer mandato. Mientras tanto, el partido de Bolsonaro sigue intentando pelear contra el resultado de las elecciones en la Justicia y en las calles, aunque los funcionarios encararon, al mismo tiempo, el proceso de transición con el equipo de Lula.
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