Esta mañana las autoridades israelíes reportaron dos explosiones en dos puntos diferentes de Jerusalén, cercanos a paradas de colectivos. Los estallidos causaron la muerte de un adolescente y dejaron 20 heridos.
La primera explosión sucedió en los márgenes de Jerusalén y la segunda en Ramot, un barrio judío en el norte de la ciudad. Según la policía israelí, murió un joven de 16 años y varias personas sufrieron heridas graves en lo que calificaron como presuntos ataques palestinos.
Según el diario The Times of Israel, una de las bombas estaba escondida atrás de una parada de colectivos y la otra atrás de un arbusto. La vicecomisaria Sigal Bar Zvi agregó en declaraciones a la prensa que las fuerzas de seguridad manejan la hipótesis de que se trató de un ataque realizado por una organización y no por personas aisladas.
Itamar Ben-Gvir, diputado de extrema derecha que pide pena de muerte para los palestinos, aprovechó la ocasión para acusar a Palestina de “terrorismo” y defender una postura más dura frente a la situación. Ben-Gvir es, a su vez, cercano al ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien estuvo manteniendo conversaciones con él y otros líderes partidarios para intentar formar un nuevo gobierno que se caracterizaría por una estricta oposición a descolonizar Palestina.
Por otro lado, dos organizaciones palestinas se pronunciaron sobre los ataques en Jerusalén sin adjudicárselos: el movimiento islamista Hamas aseguró que esta clase de sucesos son el “precio de los crímenes y las agresiones israelíes”, mientras que el grupo Jihad Islámica afirmó que "la operación en la ocupada ciudad de Jerusalén es una respuesta natural a la ocupación”, así como al “terrorismo” de Israel y sus “prácticas criminales”.
Las explosiones de hoy ocurrieron en un contexto tensionado por las incursiones israelíes en Cisjordania, territorio palestino que rodea a Jerusalén, después de una serie de ataques de presunta procedencia palestina en marzo y abril de este año que Israel tomó como puntapié para avanzar con operaciones militares. A fines de octubre, la ONU advirtió que el 2022 se ubica “entre los años más mortíferos para los palestinos en Cisjordania”, con más de 120 personas muertas y cientos de heridos.
Con información de Télam.
