La derrota de Argentina en el debut mundialista es una daga para todos y el día es totalmente irremontable. Para colmo, surgen algunas jugadas que demuestran que cuando la Selección tenía todo para estirar la ventaja y golear a Arabia, el VAR falló o no fue utilizado en situaciones que hubieran cambiado la historia.
La primera polémica tiene que ver con uno de los tantos goles que le fueron anulados a los dirigidos por Lionel Scaloni. Fueron tres gritos de gol ahogados por supuesta posición adelantada: uno de Messi y dos de Lautaro, todo en menos de quince minutos. El primero y el último parecen haber sido anulados de manera correcta, mal que nos pese. Pero hay un detalle con el primero del nueve del Inter.
Ya de entrada esa anulación fue muy criticada porque lo que se mostró en la transmisión es que lo que Martínez tenía por delante de la línea era simplemente un hombro. Una regla insólita porque con un hombro nadie saca ventaja alguna, pero el tema es que ni si quiera eso: quienes manejan el VAR tomaron mal la referencia del último defensor saudí.
Viendo una imagen más ampliada, se ve que es el número 13 Yasir Al Shahrani el último hombre de Arabia, y no Saud Abdulhamid, número 12, que estaba detrás del delantero argentino. Con ese error, le sacaron a Argentina la posibilidad de su segundo gol del partido.
Por otra parte, ya en el segundo tiempo y con el resultado adverso, Nicolás Otamendi tiró un centro y le pegaron una tremenda plancha en el pie derecho, adentro del área. El árbitro no lo advirtió y el VAR, esta vez, no cortó la jugada. Otra jugada más que, en ese momento, cambiaba la historia.
