El Partido Liberal (PL), al que pertenece el presidente Jair Bolsonaro, se presentó ante el Poder Judicial de Brasil para denunciar errores (no fraude) y pedir que anulen los votos de 280 mil urnas usadas en el balotaje del 30 de octubre en el que ganó Lula da Silva con el 50,90%.
La cantidad de urnas que solicitaron anular representan un poco menos del 50 % de las urnas electrónicas utilizadas por el Tribunal Superior Electoral (TSE) en el segundo turno.
”Se requiere que sean invalidados los votos respectivos a las urnas electrónicas en que fueron comprobadas disconformidades irreparables de funcionamiento y que se determinen las prácticas y jurídicas debidas consecuencias con relación al resultado de la segunda vuelta de las elecciones”, explican en la denuncia firmada por el abogado Marcelo Bessa.
Según el partido de Bolsonaro, hubo un "mal funcionamiento" en esas 280 mil urnas y lo comprobaron al contratar al Instituto Voto Legal que realizó un informe técnico. A partir de él determinan que "tendría en jaque la transparencia del proceso electoral".
El presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, resaltó que las urnas objetadas también se usaron en la primera vuelta del 2 de octubre. "Bajo pena de rechazo (de la demanda), el autor debe agregar un pedido para que se abarquen ambas vueltas de las elecciones, en un plazo de 24 horas", sentenció Moraes.
En una conferencia de prensa, Bessa aseguró que "las inconsistencias no permiten comprobar el voto del elector, eso no quiere decir que hubo fraude, sino que no hay seguridad de que las urnas sean creíbles".
Los modelos de las urnas son anteriores a 2020 y el abogado también puntualizó que por esas "inconsistencias" Lula obtuvo una ventaja próxima de cinco puntos, mayor al resultado oficial de 50,9% contra el 49,1% de Bolsonaro.
Con la anulación de las 280 mil urnas, el PL sostiene que en el balotaje Bolsonaro quedaría con "51,05% de los votos válidos contra 48,95% de Lula" y el presidente saliente en realidad sería reelecto.
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