Jueves, 28 de Marzo de 2024 Muy nuboso 26.7 °C muy nuboso
 
Lunes, 11 de Octubre de 2021 Muy nuboso 26.7 °C muy nuboso
 
Dólar BNA: $902
Dólar Blue: $1010
Política

Siete expresidentes y once cancilleres llamaron a reconstruir Unasur

Siete expresidentes latinoamericanos, junto a excancilleres, exministros, exparlamentarios y legisladores actuales, docentes, miembros de organismos internacionales y exembajadores le mandaron una carta a 12 presidentes para llamarlos a conformar una nueva UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas).

La anterior se formó en el 2008 y en el 2018, apenas 10 años después, dejó de funcionar como sus fundadores lo planeaban y perdió influencia sobre el continente. La carta le llegó el lunes a Alberto Fernández, Luis Arce, de Bolivia, Lula da Silva, de Brasil, Guillermo Lasso, de Ecuador, Gabriel Boric, de Chile, Gustavo Petro, de Colombia, Irfaan Ali, de Guyana, Mario Abdo Benítez, de Paraguay, Pedro Castillo, de Perú, Luis Lacalle Pou, de Uruguay, Chan Santokhi, de Surinam y Nicolas Maduro, de Venezuela.

De acuerdo a la carta, "la integración es hoy más necesaria que nunca" en América del Sur. Plantea que "un esfuerzo significativo en esa dirección permitiría alimentar un círculo virtuoso que fortalecería las instancias multilaterales y aportaría un bien superior hoy día en peligro: la Paz".

El texto destaca la crisis climática, "que no cesa de agravarse", y "una anomia en cuanto al respeto al derecho internacional", que causa "una especie de caos global en el cual asoma incluso el riesgo de una tragedia producida por el armament nuclear.

El texto, que cuenta con las firmas de Michelle Bachelet, Rafael Correa, Eduardo Duhalde, Ricardo Lagos, José Mujica, Dilma Rouseff y Ernesto Samper, empieza con un análisis del contexto internacional, destacando la pandemia, la guerra en Ucrania y la escalada en el enfrentamiento de China y Estados Unidos. "La globalización tal cual se organizó hasta hoy está en cuestión", afirma, y agrega que este mundo "conlleva amenazas" y representa "oportunidades que no se pueden volver a desperdiciar".

El texto destaca la crisis climática, "que no cesa de agravarse", y "una anomia en cuanto al respeto al derecho internacional", que causa "una especie de caos global en el cual asoma incluso el riesgo de una tragedia producida por el armament nuclear". En ese sentido, concluyen que "se requiere una intervención urgente de los organismos multilaterales, que hoy día están desgraciadamente debilitados y son a menudo impotentes".

La hegemonía norteamericana está desafiada por la emergencia de China.

Además, el texto afirma que "la hegemonía norteamericana está desafiada por la emergencia de China", y que "la Unión Europea busca defender su modelo de cohesión social y abrir, sin por ahora conseguirlo, espacios que le permitan conquistar su autonomía estratégica". "El sur global", sigue la carta, "busca abrirse paso e influir en el diseño de una nueva gobernanza en el planeta". De acuerdo a los firmantes, "América Latina aparece como una región marginal e irrelevante", y es "por lejos la más golpeada por la pandemia y la crisis económica y social que la siguió".

Una América Latina integrada, no alineada y en paz recuperará prestigio internacional y podrá superar la irrelevancia.

Sin embargo, afirman que "nuestra región puede más", ya que "de a poco el proceso de integración está reviviendo". Luego, el texto destaca la reactivación de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) por parte del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. La carta considera que "una América Latina integrada, no alineada y en paz recuperará prestigio internacional y podrá superar la irrelevancia", lo que permitiría obtener mejores condiciones para enfrentar el cambio climático, las pandemias, las desigualdades sociales y la regresión autoritaria.

A partir de ahí, el texto destaca que en la región, la mayoría de los gobiernos son de partidos de un signo político similar, una amplia definición de "izquierda", y que es fundamental no desaprovechar esa posibilidad de generar consensos para reconstruir una UNASUR "nueva", que se haga cargo de los errores en la anterior experiencia. Esta institución debería tratar temas referidos a un plan de autosuficiencia sanitaria continental, migración ordenada, infraestructura, cambio climático, recuperación del Banco Interamericano de Desarrollo y políticas conjuntas para regular los monopolios tecnológicos.