Una enfermera de Wisconsin fue acusada de amputar el pie de un hombre moribundo sin su permiso ni orden médica para exhibirlo en la tienda de taxidermia de su familia. Se trata de Mary K. Brown, de 38 años, quien dijo tener la intención de que la pieza fuera acompañada de un cartel que dijera "pónganse las botas, niños".
El paciente era un hombre de 62 años que había sido internado en el Centro de Salud y Rehabilitación de Spring Valley en mayo. Se había caído en su casa cuando se quedó sin calefacción, lo que le provocó "congelación severa" que le dejó el pie derecho en estado necrótico, sujeto al resto de la pierna solo por la piel muerta y los tendones, según la denuncia.
Le amputó el pie aun paciente moribundo sin su permiso ni orden médica para exhibirlo en la tienda de taxidermia de su familia.
Los médicos estaban seguros de que estaba a punto de morir, y Brown decidió cortar ese pie por su "estado calamitoso". Lo hizo sin consultar a la víctima ni con el permiso de un médico, solo con la presencia de otra enfermera que dijo que el hombre le apretó la mano con fuerza y gemía durante el procedimiento. Después de la amputación, el propio paciente dijo que había sentido todo y que tenía un dolor agonizante.
Brown supuestamente le dijo a la policía que le cortó el pie al hombre para que se sintiera más cómodo y que es lo que hubiera querido si estuviera en su posición. El Centro de Salud emitió un comunicado diciendo que Brown ya no trabaja allí y que el centro “continuará cooperando plenamente con la investigación de este asunto”.
Está previsto que la acusada comparezca ante el tribunal el 6 de diciembre. Si es declarada culpable, enfrenta hasta 40 años de prisión por cada cargo de delito grave, así como seis años adicionales de prisión por cada cargo debido a penas mejoradas por abuso de ancianos.