Corea del Norte disparó hoy otros cuatro misiles balísticos de corto alcance hacia el mar Amarillo. Según informó el Ejército surcoreano, los misiles fueron lanzados desde Pyongan del Norte hacia el oeste, entre la China continental y la península de Corea.
De esta manera, estos nuevos lanzamientos se suman a la larga serie efectuada esta semana por Corea del Norte. En total, se dispararon una treintena de misiles balísticos y uno de ellos cayó en aguas territoriales surcoreanas.
La reacción diplomática de Corea del Sur y Estados Unidos no tardó en llegar. Seúl y Washington consideraron que esta andanada de disparos puede culminar con un ensayo nuclear de Corea del Norte, el primero desde 2017. Además, ambos países decidieron ampliar un día unos ejercicios militares conjuntos bautizados "Tormenta Vigilante".
En este sentido, los expertos señalaron que el régimen liderado por Kim Jong-un está irritado por estas maniobras militares conjuntos, las más importantes realizadas por Seúl y Washington con cientos de aviones. A su vez, indicaron que Corea del Norte es particularmente sensible a estos ejercicios ya que la fuerza aérea es uno de los puntos débiles de su ejército.
En declaraciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, la embajadora estadounidense Linda Thomas-Greenfield rechazó ayer las críticas por las maniobras con Corea del Sur y aseguró que no plantean amenazas para otros países. Pero China, el aliado del régimen norcoreano, y Rusia, cuyas relaciones con Occidente se deterioraron desde la guerra en Ucrania, culparon a Washington de provocar a Corea del Norte.
