La tensión política y social en Brasil aumentó tras el triunfo de Lula da Sila en las elecciones presidenciales y, en las últimas horas, un auto atropelló a un grupo de seguidores del mandatario Jair Bolsonaro que cortaban una ruta en San Pablo. Ocho personas tuvieron lesiones leves y al menos dos sufrieron heridas de gravedad.
El violento atropello del auto sucedió ayer cerca de las 15.30, cuando cientos de personas bloqueaban una autopista en Mirassol, al interior de San Pablo. Un conductor decidió no frenar ante la manifestación y aceleró arrastrando y chocando a varias peronas. El responsable, que fue atacado por los seguidores bolsonaristas, fue detenido por la policía.
En este sentido, este episodio se suma a varios hechos de violencia y de amenaza que se viven en Brasil. Militantes de derecha no aceptan que Lula da Silvia haya sido elegido presidente y decidieron cortar al menos 146 rutas. Además, marcharon ayer frente a cuarteles del Ejército en todo el país para reclamar un golpe de Estado militar.
Por otro lado, se viralizó un video donde centenares de personas que cortaron una ruta de Santa Catarina hicieron el saludo nazi mientras cantaban el himno brasileño y pedían un golpe de las fuerzas militares. Como consecuencia, la fiscalía Antimafia abrió una investigación ya que la apología al nazismo es un delito y que "una vez identificados, los manifestantes serán responsabilizados".
A pesar de este tenso clima, Jair Bolsonaro hizo ayer un aporte claro a esta situación. A pesar de mostrarse triste y enojado, pidió a sus seguidores que "desbloqueen las rutas" porque esa medida "no forma parte de estas manifestaciones legítimas". "No queremos perder nuestra legitimidad", afirmó en un video en redes sociales el mandatario que debe entregarle la presidencia a Lula el próximo enero.
