El próximo 12 de noviembre, en un galpón de techos muy altos en Villa Ortúzar, varias personas van a viajar intensamente sin moverse de su colchoneta, sin tomar ninguna sustancia y sin otro elemento que no sean el sonido y las vibraciones. Durante toda una noche, un grupo de 5 "gongplayers" va a tocar 14 gongs cómo método de sanación profunda para el cuerpo y las emociones.
Hace 4 años, la pareja de profes de yoga, Daniel Tulchinsky y Eliana Zapico, transitaban el recorrido de la terapia de armonización cuando comenzaron a interesarse por las pujas (pūyā, viene del sánscrito y podría traducirse como ritual): un método desarrollado por el yogui Don Conreaux a partir de las enseñanzas de su maestro Yogui Bhajan -conocido por traer yoga Kundalini a Occidente-.
La puja es una jornada nocturna donde se tocan gongs durante 7 horas y media, lo que equivale aproximadamente a unas 10 sesiones de 45 minutos cada una. Daniel, que también es técnico en sonido, le explicó a Diario con Vos que mientras sucede esta experiencia, las personas están en un estado de ensoñación y que es en ese momento cuando mejor se puede experimentar una sanación a nivel subconsciente.
Desde esta sutil receptividad, los asistentes pueden recibir revelaciones que les ayudarán a expandir la consciencia, despertar la intuición, reconocer su propósito y conectar con su esencia.
Es una especie de jam holística donde los volúmenes se mantienen a determinados niveles según el momento.
Daniel Tulchinsky
Según explicó, durante la puja se logra una regeneración celular más rápida que con otras terapias y aseguró que algunas personas que participaron de una, dieron testimonio de haber vivido experiencias transformadoras: alguien que padecía de insomnio logró poder dormir, o una mujer a la que no le venía la menstruación, le vino.
El sonido de los gongs penetra
"El gong es una freidora gigante y vos sos la papa: por fuera queda crocante y por dentro blandita", ejemplificó el sonidista para describir la sensación envolvente que genera en el cuerpo la experiencia.
"La terapia sonora sana a través de la resonancia", aseguró Eliana y explicó que los órganos vibran en una frecuencia determinada, y que cuando se corren de allí, comienzan a funcionar mal. "El sonido y las vibraciones del gong los trae de nuevo a la frecuencia original ", indicó. La tarotista y profesora de yoga también se refirió al poder del gong: "La vibración va limpiando las toxinas, penetra y barre con los bloqueos ".
En cuanto a la diferencia entre escuchar gong en vivo o en una playlist, Daniel puntualizó en que las vibraciones solo se siente de modo presencial, mientras que para trabajar las frecuencias cerebrales sí puede servir escuchar pistas. Pero la sensación de "baño" sonoro que sucede con la puja solo se puede experimentar poniendo el cuerpo. Esa es la clave, esa es la búsqueda.
El "baño de gong" sigue haciendo su proceso en el cuerpo 28 días después.
Los organizadores también explicaron que una vez que termina la experiencia, el "baño de gong" sigue haciendo su proceso en el cuerpo durante los próximos 28 días.
Qué pasa durante la noche
Para tocar el gong hay que tener conocimiento técnico, intuición y la responsabilidad que conlleva dirigir un servicio de sanación. A su vez, cada instrumento tiene sus características y materiales y, cada una de las personas que tocan durante la puja tiene un estilo y recorrido propio. "Es una especie de jam holística donde los volúmenes se mantienen a determinados niveles según el momento", describió Daniel.
La vibración va limpiando las toxinas, penetra y barre con los bloqueos.
Eliana Zapico.
Durante la noche los "gongplayers" se van turnando y siempre hay dos que están tocando y dos que están atentos a cómo están los participantes que están "recibiendo" en sus colchonetas. Previo a acostarse, hay una ceremonia de tambores y fuego, una inducción a la relajación con yoga Nidra y un altar para dejar intenciones.
Los organizadores remarcaron que este tipo de terapias nunca suplantan al médico alópata ni a la medicación tradicional. No recomiendan participar de una puja a embarazadas, ni a personas con marcapasos; y para quienes están en tratamientos psiquiátricos, sugirieron consultar previamente a su profesional. Además no aconsejan consumir carne ni alcohol durante el día previo, ni tomar ninguna sustancia alucinógena.