La expectativa sobre esta final era muy alta: tanto Boca como Palmeiras llegaron por primera vez a la final de la Copa Libertadores femenina. De hecho, el Xeneize es el primer equipo argentino en lograrlo. Sin embargo, hasta ahí llegó la emoción; las brasileras se impusieron 4-1 y le sacaron el sueño a las Gladiadoras, y a Juan Román Riquelme.
El vice del club de la Ribera había declarado esta semana que la tanda de penales que ganaron en semifinales la había sufrido más que la definición del masculino el domingo pasado. También se había hecho viral el llamado telefónico que tuvo con el plantel tras esa victoria, donde había dicho que intentaría viajar a Quito para acompañarlas en la gran final, cosa que finalmente no pudo hacer.
Boca no pudo coronar su primera participación en una final de Libertadores femenina y cayó 4-1 frente a Palmeiras.
Palmeiras golpeó temprano. A los cuatro minutos, un centro desde la izquierda mal rechazado habilitó a Ary Borges, quién abrió el marcador para las brasileñas. Pero la respuesta de Boca fue también rápida: un pase filtrado de Vanina Preininger habilitó a Brisa Priori, quien remató al cuerpo de la arquera, pero en el rebote definió con el arco en soledad a los 13 minutos.
El VAR salvó a las argentinas de que le anularan un gol que era totalmente lícito, ya que en primera instancia había sido anulado. Tras el empate el escenario del partido se modificó y Boca empezó a dominar. Incluso pudo extender la ventaja a través de un remate de Yamila Rodríguez que dio en el palo, pero el primer tiempo terminó en un 1-1 parcial.
En la segunda mitad iba a ser todo para Palmeiras. Cuando iban apenas cuatro minutos del complemento, Byanca Brasil se encontró con la pelota en el área chica tras un centro desde la derecha y cabeceó sin problemas, aprovechando una pésima marca de la defensa Xeneize para volver a poner a las brasileras en ventaja.
Diez minutos después iban a liquidar el partido. Como en el primer gol, la pelota parada fue responsable de la caída de la valla, esta vez tras un tiro de esquina desde la izquierda. Poliana Barbosa anticipó a las defensoras con un gran cabezazo que se coló en el palo izquierdo y puso el partido 3-1. Pero no sería todo.
A falta de un minuto para que terminara el partido, las brasileñas pondrían la frutilla del postre. Tras un despeje sin rumbo desde la mitad de cancha, la pelota rebotó un par de veces en la puerta del área, y Bia Zaneratto logró controlar entre dos defensoras y definió sobre la salida de la arquera. 4-1 y fin del sueño bostero.
