Dos de las tres empresas que califican la capacidad de un país, gobierno o empresa de hacer frente a su deuda alertaron por la situación económica de Argentina. Flitch Ratings le bajó su calificación y Moody's criticó el cepo impuesto por el Banco Central.
La agencia Fitch Ratings redujo de “CCC” a “CCC-” la calificación crediticia soberana de largo plazo de Argentina.
Es decir, que considera al país menos capaz de saldar las deudas por "profundos desequilibrios macroeconómicos" y una posición de liquidez externa "altamente restringida" que espera que "socave la capacidad de pago de la deuda".
También evaluó que el acuerdo firmado en marzo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no fue un ancla fuerte para una mejora de las políticas para construir reservas y mejorar las perspectivas de acceso a los mercados.
Mientras que Moody's apuntó contra el cepo impuesto por el Banco Central por atentar contra el normal repago de la deuda corporativa y limitar "significativamente las opciones de financiación de las empresas".
"La mayoría de las compañías y empresas de infraestructura con deuda denominada en moneda extranjera recurrirán a un canje de deuda forzoso", advirtió Daniela Cuan, analista senior de Moody's Investors Service.
En los rangos de Moody's, la deuda pública argentina se encuentra en el anteútlimo con una "perspectiva estable" desde septiembre, lo que implica que le asigna un riesgo muy alto de incumplimientos. La anteúltima calificación, la asignada a los papeles emitidos por Argentina, es "Ca".
Según su sitio web oficial, las obligaciones calificadas con "Ca" son "altamente especulativas y es probable que estén en incumplimiento, o casi en incumplimiento, con ciertas perspectivas de recuperación de principal e intereses".