La difícil situación médica que afectó al jefe del interbloque de senadores del Frente de Todos, José Mayans, podría complicar también a la agenda legislativa de Cristina Kirchner, que podría perder el control de la Cámara alta y verse forzada a acordar con la oposición cada una de las sesiones que queden hasta fin de año.

Aunque la información no ha sido confirmada por el despacho de Senador por Formosa ni por el Frente de Todos, trascendió en el Congreso que su regreso se produciría recién el próximo año.

Mayans sufrió un cuadro de sangrado intestinal el pasado 9 de octubre, expresado en un fuerte dolor que lo obligó a internarse de urgencia y someterse a una intervención quirúrgica

Según informó el diario La Nación, Mayans estuvo al borde de la muerte y tiene al menos tres meses de recuperación antes de poder reincorporarse. Su familia decidió mantener completo hermetismo en torno a su situación y no ha permitido que el Hospital Italiano, que lo trata, informe públicamente su situación.

Además de extrañar su carisma y liderazgo, la ausencia de Mayans también complicará a la agenda que ordena Cristina Kirchner, que hoy cuenta con 37 senadores (34 propios y 3 aliados provinciales), el número justo para habilitar una sesión y para aprobar una ley o un darle acuerdo a un juez que genere conflicto con la oposición.

Por lo apretado del número, además, cualquier senador que plantee una discrepancia puede poner en jaque las iniciativas de la vicepresidenta.