A un mes de haber sido destituido de su cargo al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone se quejó de los manejos del presidente Alberto Fernández durante las negociaciones que mantuvieron el organismo y el país en los últimos años.
"Nunca tuve una conversación sobre cómo ayudar a la Argentina como país para generar trabajo, crecimiento. Las conversaciones que tuve con Alberto Fernández siempre fueron sobre cómo conseguirle trabajo a Gustavo Beliz". "Era como un programa de búsqueda de trabajo para una sola persona en vez de para millones de argentinos. No tuvimos ni una conversación productiva en ese sentido", remarcó a Radio Mitre.
De esta manera, afirmó que se le puso "más empeño en conseguirle empleo a una persona" que a un millón de argentinos. En este sentido, dijo que el Gobierno "siempre tuvo una política de destrucción, de cómo obstaculizar" lo que querían hacer desde el Banco, y que se buscaba "exportar el modelo del Banco Provincia al BID".
Las conversaciones que tuve con Alberto Fernández siempre fueron sobre cómo conseguirle trabajo a Gustavo Beliz.
Además, Claver-Carone contó que nunca conoció a Martín Guzmán y que "el primer adulto que se sentó a charlar sobre cómo salvar a la Argentina" fue Sergio Massa. "¿Cómo es que el presidente del BID no conoce al ministro de Economía? Lo canibalizaron a propósito para que Beliz tuviera su empeño de poder, entonces Guzmán estaba por otra parte", subrayó.
"Desde el primer día se intentó tener una buena relación con Alberto Fernández. Pero en su asunción, a la medianoche nos sorprenden con que se aparece en un avión el vice de Nicolás Maduro y no nos dijeron nada", contó sobre el inicio de la relación con el país. De esta manera, si bien se reconoció como alguien "de derecha", aseguró creer en la honestidad ideológica, algo que según su visión, el presidente carece.
En este sentido, afirmó: "Respeto a la gente de izquierda que me dicen 'así pienso yo'. Entiendo cómo piensa la izquierda en Argentina, Cristina Kirchner y toda la gente de izquierda, pero por lo menos lo dicen. Se entiende, uno discrepa y etcétera. Pero el presidente Fernández y su grupo son particularmente deshonestos. Como que el fin siempre sobrepasa el método".
También contó que cuando fue elegido como titular del BID, había decidido ascender a un argentino que estaba en el banco y era "apolítico", y que al llamar al mandatario para que le diera su apoyo, Fernández se lo negó: "Me dijo 'no me importa, puede echar a todos los argentinos del banco, pero si no es de los míos, no me importa'. Y se abstuvieron de votar y de apoyar a ese argentino".
"Me di cuenta que los resultados no importan. Para algunos gobernantes es más importante tener un enchufe para el amiguismo que los resultados. Podíamos estar en el proceso de crear la institución más ágil, eficiente, efectiva, y para el gobierno de Argentina era más importante no perder la única institución en la cual tienen un porcentaje importante en la que no han desfalcado, que básicamente trabajar para el bien de los países de la región", siguió.