Tomás Holder fue el primer eliminado de la vigente edición de Gran Hermano, después de que el público lo votara para sacarlo de la casa más famosa del país. Los televidentes eligieron que se queden Agustín y Marcos, para que el polémico participante rosarino haga sus valijas y se vaya.

El tiro le salió por la culata a Martina, quien integraba el grupo de “Los Monitos” junto a Holder, Juan y Nacho. La participante había ganado un desafío y tenía la posibilidad de inmunizar a otro de los miembros de la casa. Y, por estrategia, eligió salvar al Alfa, antes que a Tomás, para que se mida en la placa.

Después de que Santiago del Moro, el conductor del reality show, anunciara que el influencer fisicoculturista debía abandonar la casa, la mayoría de los participantes festejaron, ya que, no tenían una buena relación con él. Para su grupo íntimo, fue un golpe durísimo, ya que, lo debilita y mucho. Tal es así que Juan se puso a llorar y aseguró que el próximo eliminado iba a ser él.

“La pasé muy bien, me encantó conocerlos a todos, a pesar de que formé un grupo. Me llevo algo bueno, me divertí, jugué como pude, sigan jugando y sigan pudriéndola, disfruten la casa, y llévense algo lindo”, sostuvo el primer eliminado, después de enterarse que tenía que abandonar la casa. No solo esto, sino que se mostró enojado y dijo que pensó que los otros jugadores iban a ser más educados y “no festejar”.

Finalmente, una vez afuera, habló y remarcó que tenía ganas de respirar y otra vez vivir su vida, ya que, extrañaba a sus amigos y a su novia. “Considero que los chicos adentro tienen que hacer lo que sientan, pueden jugar limpio o jugar sucio, es un Gran hermano”, concluyó, después de que el público hablara.