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Columnistas

Nosotras y la depresión menopáusica

sofocos en la menopausia

Si tenés entre 45 y 60 años aprox, si estás en la pre-menopausia, o en la menopausia o en la pos-menopausia y te sentís: triste, cansada o desganada, con ganas de llorar y no sabés por qué hay días que no querés ni salir de la cama, o dormís mucho , no tenés ganas de socializar con nadie, padecés dolores de cabeza reiterados, disminución del deseo sexual, etc. etc., entonces este artículo es para vos.

A todas en general nos ha pasado alguna vez de estar “depres”. Pero comencemos a diferenciar los términos. Una cosa es estar deprimida, otra cosa es ser depresiva.

Un tema es estar deprimida por pasar por una etapa hormonal determinada y otra es pasar por una depresión que tenga más que ver con tu historia de vida y tu área afectiva.

Las diferencias son enormes y vamos a dedicarnos en este artículo a la depresión en relación a la menopausia.

A veces esta depresión menopáusica ( así es como deberíamos llamarla) no es fácil de diagnosticar.

Cuántas veces nos han dicho que estamos histéricas o depresivas por nuestras hormonas.

Estos aparentes problemas de salud mental en la mediana edad pueden aparecer de repente y con el condimento peligrosísimo de ser diagnosticado incorrectamente.

Las mujeres y la depresión

Las mujeres somos más propensas que los hombres a sufrir de depresión debido a factores genéticos, biológicos, ambientales y hormonales.

Pero ahora hay cada vez más pruebas de que durante los dos a ocho años anteriores a la menopausia —en el período llamado pre-menopausia—, y posiblemente incluso después, las mujeres pueden tener mayor riesgo de sufrir de depresión.

Y en un estudio de 50 mujeres pre-menopáusicas con indicios de depresión leve a moderada, que se publicó en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, los investigadores encontraron que cuanta más variación había en los niveles de estrógeno de estas mujeres en la ausencia de progesterona, más altos eran los niveles de depresión.

“Transición menopáusica” es cuando los niveles de estrógeno fluctúan, las reglas se vuelven irregulares y pueden aparecer síntomas como sofocos, depresión o ansiedad.

Es así, que las mujeres con antecedentes de depresión parecen tener un mayor riesgo a sufrir esta enfermedad antes, durante y después de la menopausia.

Ahora bien, repasemos algunos términos: la pre-menopausia ( o perimenopausia ) significa “alrededor de la menopausia” y obviamente hace referencia al tiempo durante el cual el organismo realiza la transición natural a la menopausia, la cual marca el principio del final de los años reproductivos”. También se llama “transición menopáusica”, cuando los niveles de estrógeno fluctúan, las reglas se vuelven irregulares y pueden aparecer síntomas como sofocos, depresión o ansiedad.

La menopausia ocurre cuando han transcurrido doce meses sin menstruación. La mayoría de las mujeres llegan a la menopausia entre los 40 y los 58 años; la edad promedio es de 51. Y luego comienza la fase conocida como posmenopausia.

Síntomas

Los síntomas de la perimenopausia pueden ser leves, moderados o incapacitantes. Pueden incluir sentimientos de desesperanza, fatiga, lentitud para moverse o hablar, actitud ansiosa o incapacidad de permanecer quieta. En casos más extremos, pensamientos de muerte o suicidio, dolores de cabeza, calambres estomacales o problemas digestivos sin una causa física evidente durante la mayor parte del día. Prácticamente todos los días podrías estar deprimida. En fin, tema para nada alentador. Pero creo que es bueno saberlo, que le puede pasar a cualquiera de nosotras y que no estamos solas en esto.

Pero a veces esta depresión menopáusica ( así es como deberíamos llamarla) no es fácil de diagnosticar, ya que los síntomas pueden ser atípicos, que no los puedas relacionar con nada del exterior que te esté pasando y no comprendas que sucede. Surgen de la nada y súbitamente, como por ejemplo, no poder dormir, o estar ansiosa o muy irritada.

Algunas Mujeres 5.0 cuentan que no tienen ganas de comer, creen que todo tiene que ver con su imagen corporal o ese cuerpo que cambió, que se modificó. Hay veces que piensan lo peor, como que tienen una enfermedad letal. Comienzan a ingerir antidepresivos sin un diagnóstico correspondiente.

No estamos solas, se los repito Mujeres 5.0: Cómo pedir y encontrar ayuda.

Primero que nada, ninguna mujer debería sufrir depresión perimenopáusica, ni menopáusica ni nada, o por lo menos debería saber de dónde viene y por qué.

Lo bueno es que no hay ningún motivo para pensar que los tratamientos para la depresión en estas etapas de la vida no darán resultado, porque sí funcionan y son más fáciles de lo que creen.

Les cuento algunos tratamientos : podrían incluir antidepresivos ( siempre, siempre recetados por un especialista con el diagnóstico correcto ), compuestos farmacológicos llamado moduladores selectivos de los receptores de estrógeno,  terapia o todo junto.  

Otra buena noticia es que con el trascurso del tiempo el cerebro se adapta a estos cambios y las hormonas se reducen y al permanecer estables, el riesgo de depresión desaparece.  

Conclusión: Las Mujeres 5.0 entramos en una etapa natural del envejecimiento que indica el final de los años reproductivos de una mujer. Sobre cómo la mente responde a este período de intensos cambios hormonales, lo más común es que la mujer experimente episodios depresivos, de pena y tristeza, los cuales no deben ser confundidos con una verdadera depresión.

Sufrimos un período de cambios y transición, en el cual, no es  extraño, padecer sentimientos de pena o extrema tristeza por lo perdido. Lo “perdido”, en este caso, puede estar relacionado, por ejemplo, con la pérdida de su juventud y su capacidad reproductiva. Pero lo importante es saber y tener bien en claro que estamos pasando por un proceso normal y lógico, que se supera y abre nuevas posibilidades de vida, de transformación y de creatividad.