La ministra de Trabajo, Kelly Olmos, anunció que adelantará el aumento del salario mínimo, vital y móvil para el mes de noviembre. La decisión se debe a los niveles crecientes de inflación.
“Tiene que ser precisamente en noviembre”, anunció Olmos cuando durante una entrevista se le consultó cuándo se reuniría el Consejo del Salario para rever el salario mínimo, vital y móvil. Probablemente sea, según los dichos de la ministra, dentro de la primera quincena del mes.
El último aumento del salario mínimo había sido a fines de agosto, cuando en la reunión del Consejo del Salario empresarios y sindicalistas acordaron una suba del 21% en tres tramos de 7% repartidos entre septiembre, octubre y noviembre. Conforme a estas disposiciones, desde el 1 de octubre el salario mínimo es de $54.550 y se esperaba que para noviembre llegara a los $57.900.
Lo acordado en agosto, sin embargo, no resultó suficiente. El valor de una Canasta Básica Total, es decir, el conjunto de los bienes de consumo que se estima que una familia necesita para subsistir, aumentó en un 7,1% durante septiembre, con lo cual se calculó que una familia de cuatro integrantes necesitó $128.200 para no ser pobre, según INDEC. "Nuestro compromiso es que los trabajadores no pierdan y recuperen capacidad adquisitiva, pero tiene que ser en un marco donde quebremos la alta inflación”, afirmó la ministra de Trabajo a este respecto en diálogo con El Destape Radio.
En septiembre, una familia de cuatro integrantes necesitó $128.200 para no ser pobre.
Kelly Olmos no especificó en qué proporción consideran aumentar el salario mínimo desde el Ministerio, y dio a entender que ella conduce la mesa de negociación pero no puede decir cuánto se acordará. “La posición del Ministerio de Trabajo está junto a los trabajadores”, prometió, y agregó que apuntarán a que los trabajadores mantengan su poder adquisitivo y en lo posible lo incrementen. Más adelante, además, criticó el pedido de aumento de un 130% que está llevando adelante Camioneros. Según Olmos, aumentos como el que pide Pablo Moyano impactarían sobre la inflación y eso resultaría “muy insolidario con los demás”.
