La primera ministra de Gran Bretaña, Liz Truss, renunció a su cargo, luego de que sus propios legisladores pidieran su dimisión por una votación parlamentaria caótica. Su secretaria del Interior también había renunciado en las últimas horas de este miércoles.
Por lo tanto, Truss se convirtió en la ministra con menos tiempo en el cargo, ya que estuvo tan solo 6 semanas. "Establecí una visión de una economía de alto crecimiento y bajos impuestos que aprovecharía las libertades del Brexit", declaró la exfuncionaria.
El anuncio fue hecho por Truss en la puerta de la residencia oficial de Downing Street, después de la evaporación de su autoridad política, el colapso de los mercados, la caída de la libra esterlina y la renuncia de dos ministros claves.
Reconozco que no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador
"Sin embargo, reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el que fui elegida por el Partido Conservador", añadió Truss. Además, reveló que también le presentó la renuncia al rey Carlos III y que dentro de una semana se realizará una elección de liderazgo.
Este escenario abre dos caminos distintos: los conservadores consiguen “un candidato común”, que puede ser el ex Chancellor Rishi Sunak o el secretario de defensa Ben Wallace o puede haber elecciones generales, pero es poco probable que pase.
En el caso de que haya elecciones, el exministro Boris Johnson podría ser el candidato conservador ya que el partido no tiene otro para enfrentar una campaña que el laborismo puede ganar ampliamente. El exfuncionario es popular en las bases militantes, que no querían a Liz Truss y el 66% querían que renuncie a su cargo.