Encontraron a tres ballenas muertas durante el fin de semana en el Golfo Nuevo, en Península Valdés. Con esas, llegó a 18 la cantidad de cadáveres hallados en la zona desde el 24 de septiembre, cuando apareció el primero.
Mariano Coscarella, biólogo e investigador del Centro Nacional Patagónico, contó que si bien se encontraron estos dos cadaveres durante el fin de semana, eso no significa que las ballenas hayan muerto recientemente. En cambio, los cuerpos quedan flotando por su grasa y solo se cuentan cuando llegan a la costa.
Aún así, desde el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral estudian la posibilidad de que las muertes se deban a la aparición de algas nocivas conocidas como mareas rojas, ya que encontraron biotoxinas en muestras de plancton y bivalvos locales.
Según Coscarella, lo más probable es que las ballenas, al comer zooplancton, también tragan las microalgas tóxicas, poniendo en riesgo la salud de los enormes animales. Ahora, están investigando las muestras de riñón, hígado, orina, sangre y contenido gastrointestinal que sacaron de los cadáveres. No descartan que aparezcan más cuerpos.