La embajadora Romina Pérez se reunió con el alcalde de la ciudad iraní Tabriz, Yaqub Hoshiar Perés, y definió como "disturbios" a las protestas de mujeres contra el régimen de Irán iniciadas en septiembre por la muerte de Mahsa Amini.
“Nuestro gobierno condena los recientes disturbios en Irán, perpetrados por los sionistas británicos y estadounidenses, y estamos seguros de que todos los problemas se resolverán con la solidaridad, el conocimiento y la comprensión del querido líder de Irán”, afirmó la embajadora boliviana en Teherán.
En ningún momento reconoció la participación de las mujeres iraníes en estas protestas ni los reclamos relacionados a los estrictos códigos de vestimenta que resguarda la Policía de la Moral. El mismo cuerpo policial que detuvo y dejó en coma a Amini por tener mal colocado el velo.
El alcalde de Tabriz recalcó que Bolivia e Irán son "países hermanos": "Tenemos ideas antiimperialistas y nos hemos mantenido unidos contra el imperialismo". Además, destacó que "la visión antiimperialista de Bolivia" es el mismo mensaje que presentó el fundador de la República Islámica de Irán hace 50 años.
"El pensamiento sionista es un pensamiento salvaje y no reconoce ninguna religión, nacionalidad o idioma", advirtió Hoshiar Perés.
La reunión entre la embajadora de Bolivia y el alcalde de la ciudad de Irán Tabriz tuvo lugar después de que los presidentes de Irán y Bolivia, Seyed Ebrahim Raisi y Luis Arce, charlaran en la 77ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
Esos días Raisi festejó la relación "amistosa y en expansión" con Bolivia y aseguró que el vínculo entre ambos países no era "ordinario". Asimismo, tanto el presidente como la embajadora de Bolivia evitaron hacer referencias a la represión iraní.
