La selección de Gales se demoró 64 años en volver a una Copa del Mundo de la FIFA, tras su única participación en Suecia 58', y lo hizo de la mano de su mayor estrella: Gareth Bale.
Los galeses quedaron segundos del Grupo E de la clasificación europea, detrás de Bélgica y sobre República Checa, Estonia y Bielorrusia, y se metieron en un repechaje, en el que le ganaron el cupo a Austria y a Ucrania, transformándose en el último clasificado a la copa.
La clasificación fue recibida como una fiesta entre los galeses y para festejarla, Gareth Bale decidió lanzar su propia línea de cerveza, a la que llamó "Bale Ale".
La cerveza del astro galés, que actualmente juega en la MLS norteamericana, será la bebida preferida en Cardiff durante la copa. Allí se celebró, además, que el sorteo colocara a la selección galesa en el mismo grupo con Inglaterra, país con el que mantienen una histórica disputa independentista.
A pesar de haber jugado durante años en la Premier League, Bale no ajeno a este espíritu y cuando se enteró de que debían jugar contra Inglaterra la picanteó: "Nunca quieres perder contra el enemigo. Creo que tenemos mucha más pasión y orgullo nosotros que ellos", dijo.
Tras la muerte de la Reina Isabel II, la causa independentista galesa adquirió un nuevo impulso, al igual que la escocesa, que han encontrado impulso caribeño con la independencia que firmó el año pasado Barbados y que este año será plebiscitada en Antigua y Barbuda.
Este ingrediente, así como la Bale Ale, darán un sabor especial al encuentro entre Gales e Inglaterra, el último del Grupo B que completan Estados Unidos e Irán.
