La canasta básica de los jubilados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se duplicó durante el mes de octubre a causa del aumento de los precios, y en especial del valor de alimentos y medicamentos.
En septiembre de 2021, la misma canasta costaba $75.505. Un año después aumentó en un 100,6% y ahora cuesta $151.478. Mientras tanto, la jubilación mínima, desde el mes pasado, es de $50.353. Esto significa que un adulto mayor necesita, prácticamente, tres jubilaciones mínimas para poder comprar los productos que le permitan satisfacer sus necesidades básicas.
Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, afirmó a este respecto que aproximadamente 6 millones de jubilados cobran una mínima de $43.000 y el resto recibe, en promedio, un haber de $65.000. Viendo estos valores y contrastándolos con el valor de la canasta básica, Semino afirmó que el sector comprendido por los adultos mayores de nuestro país se “hunde cada vez más” en una situación de “precariedad y miseria”.
En un contexto en el que hacen falta más de tres jubilaciones mínimas para cubrir una canasta básica, el anuncio de un bono de $7000 es insultante.
Para Semino, los jubilados y las jubiladas, que constituyen el 10% de la población argentina, están “cada vez peor”. Sobre el bono de $7.000 que pagó ANSES, el funcionario sostuvo que el mismo constituye un intento insuficiente por mitigar el problema, que sólo pone parches que terminan resaltando “el agujero que quieren ocultar”, y que los bonos son, además, “como monedas arrojadas a un pueblo hambriento”.
La canasta básica de los jubilados comprende los productos que las personas de la tercera edad necesitan para sustentarse y cubrir sus necesidades. Para calcular el valor de la canasta básica de los jubilados, se tuvieron en cuenta los siguientes gastos mensuales: alimentos ($29.912), productos de limpieza ($12.849), vivienda ($49.374), servicios ($10.670), medicamentos e insumos de farmacia ($25.013), vestimenta ($9700), transporte ($8000) y recreación ($5960).