Este 5 de octubre, Google recuerda el 142° aniversario del nacimiento de Elizabeth Kenny, una enfermera australiana que hizo un valioso aporte a la medicina mundial y desarrolló un novedoso tratamiento contra la poliomielitis, una enfermedad que hasta el Siglo XX causó estragos en la humanidad.
Hasta la aparición de una vacuna, el Método Kenny que desarrolló la australiana fue el principal tratamiento contra la poliomielitis y salvó millones de vidas.
Elizabeth Kenny creció en una comunidad agrícola de Nueva Gales del Sur, donde tenía pocas posibilidades de recibir una educación formal y, pese a ello, se formó de manera autodidacta con libros sobre medicina y anatomía.
A los 17 años se incorporó como voluntaria en un hospital de Guyra y luego de seguir a médicos y enfermeras por una década, adquirió suficiente conocimiento práctico para abrir su propia práctica de enfermería en Queensland.
Elizabeth Kenny se encontró con su primer caso de poliomielitis en 1911 y al averiguar sobre el tratamiento estándar, que obligaba a los pacientes a enyesarse durante meses, cuestionó su eficacia e ideó su propio método, basado en compresas húmedas y calientes.
Su tratamiento funcionó y rápidamente se hizo conocido como el Método Kenny. La enfermera viajó a Estados Unidos en la década de 1940 para abrir centros de rehabilitación como el Instituto Sister Kenny en Minneapolis, que se convirtió en un centro de renombre mundial para el tratamiento de la poliomielitis.
Su método alternativo fue tan efectivo que recibió títulos honorarios de la Universidad de Rutgers y la Universidad de Rochester. El presidente Franklin D. Roosevelt incluso la invitó a almorzar para hablar sobre su propio tratamiento. Impresionado por la cantidad de víctimas de la poliomielitis que el Método Kenny rehabilitó, el presidente Harry Truman autorizó a Kenny a ingresar a los EE. UU. como deseaba sin visa, un gran honor que antes solo se otorgaba a otro ciudadano no estadounidense.
