En su editorial del día de hoy Reynaldo Sietecase reflexionó sobre el periodismo a raíz de las declaraciones de Marcelo Longobardi sobre las repercusiones de los dichos de Facundo Manes.
A causa de sus declaraciones críticas hacia Macri, Manes recibió ataques de parte de diferentes partidarios del PRO. Marcelo Longobardi analizó la situación destacando el rol del periodismo partidario y afirmando que “hoy en día hay una suerte de periodismo militante equivalente al del kirchnerismo en el macrismo, que está dedicado básicamente a insultar a los rivales de Macri dentro del PRO”.
En relación con esta afirmación, Sietecase manifestó alegrarse por el hecho de que “alguien que no está vinculado a la grieta explícita” haya señalado algo que él viene señalando hace mucho tiempo, y es el hecho de que “todo el tiempo se habla de periodismo militante y se hace referencia al kirchnerismo nada más”, cuando existe una gran cantidad de periodistas que militan para el macrismo.
El que quiere militar desde el periodismo que lo haga.
Sietecase señaló, de esta manera, la forma en la que se suele vincular lo que se llama periodismo militante estrictamente con el kirchnerismo, mientras que, cuando se trata de los periodistas partidarios del macrismo, se habla de “periodismo independiente”. Además, fue un poco más allá del macrismo y declaró: “hay cantidad de periodistas que dicen que son independientes y militan fuertemente para no sólo el macrismo sino para el statu quo”.
Que mientas, que por tu ideología manipules los hechos, eso me parece grave, porque eso sí afecta los contenidos periodísticos.
En este sentido, recordando un ensayo de Martín Caparrós, dijo que “defender todo el tiempo el status quo, al establishment y al poder económico es también militancia”, y reclamó: “Dejen de decirse que son periodistas independientes cuando claramente laburan de esa manera. Laburan para defender determinado orden de cosas, determinado sistema de valores”. Finalmente, concluyó afirmando que “no es que hay unos que son malos y horribles y otros que son buenos”, y que “ya ni los chicos compran historias de esa naturaleza”.
