A los 11 años, decidió dejar de ver a su padre abandónico. A los 15, empezó a militar. Se sumó al Fronte Della Giuventú, la pata juvenil del Movimento Sociale Italiano - Destra Nazionale, el partido heredero del fascismo italiano.
Esa organización se fundó en 1946, apenas terminada la segunda guerra mundial, por parte de viejos militantes fascistas, y sostenía ideas nacionalistas y conservadores, con una reivindicación del gobierno de Benito Mussolini. Con el tiempo, el partido se disolvió para fundar la Alleanza Nationale, un nuevo partido de derecha pero más alejado del fascismo original del MSI. Allí siguió militando Meloni, quien en el medio trabajaba de niñera o moza para ayudar a sostener a su familia.
En el 2009, el partido se disolvió dentro de Il Popolo Della Libertá, el partido liderado por Silvio Berlusconi, a dónde continuó su actividad política Meloni. Con el tiempo, ella se volvió una de las dirigentes más importantes del partido, al punto de organizar una ruptura por derecha.
Así nació Fratelli Di Italia, el partido que llevó al poder a esta antigua dirigente estudiantil de derecha. Ella fue girando su discurso sobre Mussolini. A los 19, lo mencionaba como "un buen político que todo lo hizo por Italia", pero en sus últimas declaraciones al respecto planteó que "cometió varios errores, como las leyes raciales, la entrada en la guerra y el autoritarismo".
Ahora, la mujer de 45 años se describe como una "mujer, madre y cristiana", y logró el 26% de los votos en las elecciones del domingo. Sumado a sus aliados, el partido de Berlusconi y La Lega, la llamada Alianza de Centroderecha llegó al 45% de los votos y ocupará el poder ejecutivo italiano. Las ideas que la llevaron al gobierno son conservadoras en lo social (está en contra del aborto y del matrimonio homosexual), antiinmigrantes, y de un euroescepticismo cada vez más moderado.