Un grupo de emprendedores y amigos del mundo del alfajor se lanzó a organizar el evento que muchos imaginaron, pero que nadie había llevado adelante: el primer campeonato mundial del alfajor. Los primeros días del pasado mes de agosto, se entregaron los premios a los mejores alfajores del país, divididos en 15 rubros distintos y, luego, se eligió al mejor de todos ellos: el de Milagros del Cielo.
Milagros del Cielo es un emprendimiento casi familiar. Sus propios dueños atendieron el mismo local durante 22 años hasta que, recién el año pasado, lograron abrir el segundo. A partir del reconocimiento, sus vidas cambiaron para siempre.
No solo porque el alfajor relleno de mousse al licor, elegido como el mejor de la competencia, es demandado por gente de todo el país y de todo el mundo, sino porque les han llovido pedidos por toda la producción.
Fabiana Ocaranza, dueña de Milagros del Cielo, se transformó en una auténtica referente del sector que, la semana pasada, anunció la creación de la Cámara Argentina del Alfajor, compuesta por productores alfajoreros de todo el país con el objetivo de fortalecerse.
En una charla mano a mano con Diario Con Vos, Ocaranza relató toda la avalancha de emociones y de solicitudes que estuvieron recibiendo desde que el jurado del Mundial del Alfajor los dio como ganadores.
-No te puedo explicar lo que pasó después
-¿Qué pasó después?
-Locuras. Recién ahora pude contestar mensajes del 8 de agosto. Me llegaron más de 3 mil mensajes al teléfono.
Tenemos dos locales: está el de Diagonal Pueyrredón y la peatonal San Martín. Ese es el primero de todos. El otro está en Guemes 2754, que abrió el 8 de octubre del año pasado. Hasta ahí veníamos bárbaro, tranqui. Es más, cuando me anoté en el mundial, no esperaba nada. Estaba jugando. Me enteré que se hacía por unas clientas de hace muchos años.
Si vos probás mi producto, y volvés, vos me estás diciendo lo que yo tengo que hacer.
Fabiana Ocaranza
Me anoté, le dije a mi hermana, y aprovechamos el evento en la ciudad para pasear un rato. Miro las bases y me inscribí en la categoría “Exótico” con dos alfajores: el de crema de mousse al licor y el de crema de avellana. Mandamos la muestra, hicimos todo el lineamiento que ellos dijeron, todo perfecto. El sábado que anunciaban los ganadores fui al evento y presentí algo. No sé por qué, pero me puse nerviosa. Cuando veo los 15 semifinalistas, y que eligieron al mío, me quise morir.
-¿Pero no sabías si era semifinalista de la categoría o de toda la competencia?
-¡No sabía! Dijeron que había 15 semifinalistas, pero no sabía de qué. Si eran por categoría o de qué. Después entendí que eran los mejores de cada una de las 15 categorías. Ahí me di cuenta. Empecé a llorar y no podía ni mirar. Mi hermana me iba pellizcando. En ese momento, cuando anuncian al ganador, me quise morir.
Hasta ahí, éramos una mini empresa. Somos chiquitos. Todo hecho a mano: desde que agarrás la manga llena del dulce o de lo que sea y se lo ponés tapita por tapita. Así, durante 22 años, produciendo cerca de mil alfajores por día. Inmediatamente después de que ganamos el mundial, llamo a Mar del Plata y me dicen: se agotó todo. La producción, los chocolates. Barrieron con todo. No tengo chocolate para vender.
-¿Ahora pudieron aumentar la producción?
-Gracias a un trabajo con la universidad CAECE de Mar del Plata, para la carrera de Comercio Exterior, compré una máquina con el objetivo de empezar a exportar en un año-año y medio. El tema es que no estaba en uso. Ahora, me vino como anillo al dedo. Esta semana la pudimos empezar a hacer funcionar y sacamos 3000 alfajores por hora. Sigue siendo artesanal porque de eso no me voy a salir, pero ayudado por la máquina. Ahora voy a poder abastecer a una demanda que es impresionante y no quiero quedar mal con la gente. Me importa mucho la gente.
-¿De dónde te llegaron pedidos?
-De todo el país y de España, EEUU, Bolivia, Perú, Portugal, Italia y México. Todos desesperados que quieren los alfajores. Un desborde. Nunca me lo hubiera imaginado. No lo esperaba ni por casualidad.
-En lo personal, ¿el de mousse al licor es tu favorito?
-Si. Porque aparte no lo digo yo, lo dice la gente. Yo escucho mucho lo que dice mi negocio. Si vos probás mi producto, y volvés, vos me estás diciendo lo que yo tengo que hacer.
-¿Cuáles son los próximos pasos que va a dar la marca?
-Voy a abrir dos o tres franquicias en la Ciudad de Buenos Aires, la primera en marzo, con gente que apostó en la marca antes de todo esto. Se merecen todo el respeto por parte mía. Después, exportar en un poco más de un año.
-¿Milagros del Cielo va a tener una tienda online?
-Si, va a haber una página web donde se van a hacer pedidos. Estamos trabajando con Correo Argentino. La plataforma está lista para que tengan una logística prolija y que lleguen de la mejor manera a todo el país. La vamos a estar lanzando a fin de mes.
-¿Cuál es la importancia de la creación de la Cámara Argentina del Alfajor?
-Está excelente. Me encantó la propuesta. Aparte, está compuesta por gente muy capaz. Hay muchos emprendedores que no tienen ni idea de cómo hacer un trámite. Son un montón de aristas para tener en cuenta. El trabajo que me imagino de la cámara es maravilloso. Y ayudar a un montón de gente que recién empieza, más lindo todavía.
-Más en este contexto económico, la posibilidad de agruparse, de acceder a créditos, de hacer compras comunitarias...
-Me encantó. Poder ayudar así me parece fabuloso. Es hacer tu trabajo desde otro lado. Siempre hay que ser humilde, volcar la experiencia y tener en cuenta que todo puede servir.