La investigación del atentado contra Cristina Kirchner arrojó nuevos datos que complican más a Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, que en diálogos extraídos de sus teléfonos demostrarían complicidad mutua y con Sabag Montiel.

“La próxima voy y gatillo yo, ‘Nando’ falló. Yo sí sé disparar bien, no me tiembla la mano”, le dijo Uliarte a Carrizo durante la misma noche del atentado. “¿Querés hacerlo?”, le retruca Carrizo a lo que la mujer responde: “Te juro que sí. Y no me va a fallar el tiro. Pero hay que pensarlo bien. Pasa que Nando no tiene mucha práctica. Le tembló el pulso”.

La próxima voy y gatillo yo, ‘Nando’ falló. Yo sí sé disparar bien, no me tiembla la mano

A esa hora, Fernando Sabag Montiel ya estaba detenido y en todos los medios comenzaba a armarse su perfil. “Hagámosnos los pelotudos” porque “vamos a caer todos en la volteada”, agrega esa noche Uliarte.

Al día siguiente, Carrizo le advierte a la novia de Sabag Montiel sobre el riesgo de que sea capturada y la invita a quedarse en su casa de Barracas. “Te vincularon con el caso. Te diría que vengas acá”, le dice y le avisa que ya salió por todos los medios.

Pero Uliarte tiene confianza en poder zafar: “¿Posta, que saben mis datos? Estoy en un lugar seguro, tranqui. Ustedes no tienen nada que ver. Lo que decimos que quede acá (...) Si me escondo no va a pasar. No me van a encontrar. Yo sé lo que te digo”.

Ahora la jueza Capuchetti tiene bajo análisis todas las pruebas que vinculan a Carrizo con la causa, aunque la defensa ha intentado explicar que “es un bocón” y las declaraciones que se han extraído de su celular corresponden a bromas con personas de confianza. La noche del atentado, por ejemplo, Carrizo envió un mensaje a su hermanastra preocupado porque cree que el ataque se realizó con un arma de su propiedad y lamentando que se haya realizado ese día y no la semana siguiente, como “estaba previsto”.

En otro mensaje que envió esa madrugada, Carrizo también habla de “matar al líder de La Cámpora”.