Arqueólogos israelíes hallaron residuos de opio en piezas de cerámica de 3.500 años de antigüedad y corroboran la idea de que este alucinógeno era utilizado por culturas ancestrales en ceremonias y ritos.
Un equipo multidisciplinario de científicos y arqueólogos ha identificado la evidencia más temprana del uso de opio en el mundo antiguo. En el marco de una investigación conjunta de la Autoridad de Antigüedades de Israel y el Instituto Weizmann de Ciencias, en una fosa funeraria en Tel Yehud -en el centro de Israel- descubrieron lo que probablemente sea la primera evidencia física del uso de una droga psicoactiva en el mundo.
Los arqueólogos identificaron "residuos de opio en ocho recipientes".
Allí los investigadores encontraron un conjunto de recipientes de cerámica que se asemejan a las flores de amapola -o adormidera-, de las que se deriva el opio, y que datan del siglo XIV a.C, indicó la agencia de noticias AFP.
"Esta es la primera evidencia física empírica del uso de opio a finales de la Edad del Bronce”, dijo a The Times of Israel, la la investigadora principal, la Dra. Vanessa Linares. Luego de examinarlos, los arqueólogos identificaron "residuos de opio en ocho recipientes", y consideraron que es probable que estos elementos "se colocaran en las tumbas para las comidas ceremoniales, los ritos y los rituales realizados por los vivos para sus familiares fallecidos", dijo Ron Be'eri, arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades.
El especialista explicó que durante estas ceremonias, "los miembros de la familia o un sacerdote en su nombre" intentaban "convocar al espíritu de sus familiares muertos y entrar en un estado de éxtasis mediante el uso de opio".
Ya en el siglo XIX, los eruditos habían identificado los jarritos de anillo base como posibles recipientes de almacenamiento de opio porque tienen una forma similar a la flor de amapola cuando está cerrada y boca abajo.
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