En una sorpresiva jugada, Marc Stanley, el representante de Estados Unidos en Argentina, se reunió con dos reconocidos sindicalistas argentinos: Hugo Yasky, el dirigente de la CTA, y Roberto Baradel, el líder docente de la Provincia de Buenos Aires, que también forma parte de esa central sindical.
Según expresó el embajador del gobierno de Joe Biden a través de Twitter, "el rol de los sindicatos es crucial para proteger los derechos de los trabajadores y construir una economía sólida". Por eso, añadió, "conversamos con Hugo Yasky y Roberto Baradel sobre avances y desafíos de los sindicatos hoy, y del trabajo conjunto de Estados Unidos y Argentina en materia de derechos laborales".
Es una reunión verdaderamente extraña. Yasky y Baradel son dos de los sindicalistas más cercanos a Cristina Kirchner. Si bien ninguno cumple roles en la CGT, la central obrera más importante y que aglutina a los principales sindicatos industriales y de logística, sus gremios son representativos de una significativa porción de los empleados estatales, especialmente los bonaerenses.
Una posible explicación a este particular acercamiento del embajador estadounidense con la izquierda del sindicalismo peronista puede estar en la política interna del país de origen de Stanley. Allí el presidente Biden realizó varios gestos, y tomó algunas medidas, a favor de un creciente movimiento de sindicalización en Estados Unidos.
Los dirigentes sindicales y el representante estadounidense hablaron sobre la coyuntura política nacional, la importancia de los sindicatos para proteger los derechos de los trabajadores, el actual proceso de recuperación económica y el intento de asesinato de Cristina Kirchner.
Este nuevo sindicalismo avanzó sobre algunas importantes empresas que, hasta ahora, no habían enfrentado a trabajadores con la voluntad de organizarse. Entre ellas están Amazon y Starbucks, donde campañas de sindicalización lograron vencer la resistencia de ambas empresas para asentarse entre los trabajadores.
El encuentro, según informaron desde La Nación, duró alrededor de una hora, y fue buscado y convocado por el embajador. Aparentemente, los dirigentes sindicales y el representante estadounidense hablaron sobre la coyuntura política nacional, la importancia de los sindicatos para proteger los derechos de los trabajadores, el actual proceso de recuperación económica y el intento de asesinato de Cristina Kirchner.
