Mario Firmenich, el exlíder de Montoneros, habló sobre el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y dijo que fue una "provocación terrorista para la guerra civil".
La Agencia Paco Urondo publicó una carta de Firmenich titulada "Evitar una guerra civil", en la que da su opinión sobre el ataque contra Cristina el jueves pasado. "Casi 40 años de democracia liberal dependiente han llevado a nuestra Patria a la más grave situación de su historia", señala el exlíder Montonero al comienzo de su carta. Acto seguido, advierte que la estructura económica que rige en el país es la misma que fue impuesta por Martínez de Hoz. Sin embargo dice que, aunque no cambiaron las estructuras, los gobiernos de Néstor y Cristina beneficiaron a los más necesitados y eso fue suficiente para ganarse "el odio gorila".
Luego, brinda un diagnóstico sobre el panorama internacional y afirma que el mundo está atravesando la "Tercera Guerra Mundial". De acuerdo con el exjefe, se trata de una guerra que tiene un clásico aspecto de enfrentamiento entre potencias que, a causa de la globalización, se expresa al interior de cada país como una "guerra civil". En este sentido es que se produce una escalada de la grieta.
"¿No se dan cuenta que el odio gorila contra el kirchnerismo replantea la guerra civil peronismo–antiperonismo? ¿No se dan cuenta o ese es el plan dictado desde el exterior?", agrega Firmenich. Luego afirma que la grieta se convierte en una "guerra social directa, con la decadencia argentina definitiva, rumbo al Estado fallido y la desintegración nacional" y, parafraseando a Rousseau, dice que el "contrato social" en Argentina (si es que alguna vez lo hubo) está roto.
A modo de solución, el exlíder remarcó que es necesario romper con el FMI, prohibir el dólar como moneda, establecer un tipo de cambio fijo y prohibir la libre entrada y salida de capitales financieros. El ingeniero también propone la implementación de una nueva moneda como reserva de valor llamada “argentino de oro”, que se acuñaría usando las reservas del metal precioso del Banco Central.
"La democracia del siglo XXI debe acabar con el monopolio de una clase política que, una vez electa, puede traicionar lo prometido a sus votantes sin consecuencias y puede tomar decisiones de graves consecuencias", señala el Firmenich hacia el final de su carta.
