El jefe de gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel, justificó la instalación de las vallas en Recoleta el día sábado en los alrededores de la casa de Cristina Kirchner.
Para Miguel, "las vallas no son la discusión, son una de las herramientas para devolverle la tranquilidad al barrio" que llevaba ya varios días alterado por las manifestaciones en favor de la vicepresidenta.
"Una cosa es acompañar a la vicepresidenta quienes así lo sentían, y eso se respetó, y otra cosa es un plan sistemático con grupos que llegaban a una hora y cuando se iban, ya estaba armado para que los reemplazara otro grupo y sostuviera esta mecánica de disrupción en el barrio", dijo.
Una cosa es acompañar a la vicepresidenta quienes así lo sentían, y eso se respetó, y otra cosa es un plan sistemático con grupos que cuando se iban, ya tenían armado su reemplazo
En conversación con Ernesto Tenembaum, el funcionario aseguró que "los que generan problemas son los violentos, los que rompen con la ley" y sostuvo que para la gran mayoría de los ciudadanos, las vallas son una herramienta de ordenamiento, no una provocación. "Solamente son una provocación para aquel que es un violento. Ese es el problema: los kirchneristas ven cualquier límite que se les ponga como una provocación. La justicia es una provocación, la valla es una provocación", dijo.
Miguel, por último, le contestó a Patricia Bullrich, quien cuestionó "por blando" el operativo llevado a cabo por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. "La situación de la Argentina requiere mayor reflexión antes de hacer estos comentarios que son funcionales al kirchnerismo, no le hacen bien ni a la Argentina ni a Juntos por el Cambio", dijo.
