Los manifestantes que se habían movilizado desde las plazas hasta la casa de Cristina Kirchner derribaron las vallas que había colocado el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) alrededor de la casa de la vicepresidenta. La policía respondió con un intento de cordón humano y represión cuando también rompieron con esa formación.
Las columnas de manifestantes que querían acercarse a Juncal y Uruguay por las calles Guido y Paraná tiraron y se llevaron las vallas para luego romper el cordón humano armado por la policía. Acto seguido corrieron hasta la esquina de la casa de la vicepresidenta y la policía comenzó la represión con camiones hidrantes.
Apenas cayeron las vallas, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, responsabilizó a la oposición: "[Horacio Rodríguez] Larreta debería terminar con las provocaciones, acá está de nuevo mandando Macri".
En el medio, los dirigentes del Frente Patria Grande pedían a gritos retirarse. El referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos, Juan Grabois, consideró que "era totalmente evitable" la situación y aseguró: "Nos vamos a quedar acá en la esquina de la casa de Cristina Kirchner".
Larreta debería terminar con las provocaciones, acá está de nuevo mandando Macri.
Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires
Luego de los incidentes, con un herido y cuatro detenidos, la policía de la Ciudad de Buenos Aires se retiró hacia la Avenida Santa Fe. Por lo tanto, quienes se movilizaron hacia la casa de Cristina Kirchner pudieron llegar a ella sin impedimentos desde la Plaza Vicente López y Planes.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Durante los incidentes, el ministro de Gobierno del GCBA, Jorge Macri, sostuvo que "la prepotencia y la violencia no son el camino".
Luego de que se retirara la policía, el jefe de gabinete del GCBA, Felipe Miguel, evaluó que "durante unas horas la movilización fue pacífica, hasta que llegaron los violentos de siempre". Además, "destacó" que la policía de la Ciudad haya usado solo agua para dispersar tal como se les había instruido.
"Todos los vecinos tienen derecho a vivir con tranquilidad en su barrio", concluyó Miguel.