La activista gorda, Laura Contrera, salió al paso de las declaraciones del médico nutricionista Alberto Cormillot, quien aseguró que a “la gordita de la oficina” es menos susceptible de sufrir acoso sexual.
Para Contrera, “lo que dijo es cierto, lo avalan los números del INADI; pero lo está diciendo una persona que ha lucrado exponiendo a personas gordas a situaciones humillantes”, dijo.
Lo que dijo es cierto, lo avalan los números del INADI; pero lo está diciendo una persona que ha lucrado exponiendo a personas gordas a situaciones humillantes
Y en este sentido, no le parece una justificación que Cormillot tenga 83 años. “Las personas cambian, mi papá ha cambiado sus dichos a partir de la interacción con la sociedad. Esta persona, en cambio, se ha beneficiado con un discurso de la humillación de las personas gordas, ha construido un imperio con una forma de concebir la salud que es dañina para las personas gordas”, dijo.
La activista, que es también una respetada académica en el área de la filosofía y el género, aseguró que “la gordura es la segunda causa de discriminación en Argentina” y “está cruzada por el género y la clase social: es mucho más fuerte hacia las mujeres y pobres”.
Por tanto, consideró que las palabras de Cormillot son una vulneración derechos y “sus disculpas no son disculpas, sino una lavadita de cara”.
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