Ayer declaró como testigo John Hurtig, el hermanastro de María Marta García Belsunce, en el tercer juicio por el crimen y aseguró que Nicolás Pachelo fue el asesino.
Ante los magistrados de San Isidro, Hurtig reveló una reunión con Francisco Pachelo, hermano de Nicolás, quien le confesó el crimen. “Nos juntamos en una confitería de la avenida Córdoba. Yo no lo conocía a Francisco, así que él me vio a mí y me dijo ´mirá, yo no soy como mi hermano, yo te quiero decir que mi hermano mató a tu hermana´”, expresó.
Nos juntamos en una confitería de la avenida Córdoba. Yo no lo conocía a Francisco, así que él me vio a mí y me dijo ´mirá, yo no soy como mi hermano, yo te quiero decir que mi hermano mató a tu hermana´.
El hermano de María Marta recordó que le pidió que fuera a declararlo en la fiscalía ante Diego Molina Pico, quien tenía a su cargo la investigación en aquel momento. Francisco Pachelo, sin embargo, le respondió: “No te va a servir porque soy el hermano, y además le tengo pánico”.
“Nicolás Pachelo mató a mi hermana”, sentenció con firmeza Hurtig antes de mencionar una serie de indicios que podrían incriminar al principal imputado del homicidio, y añadió: “María Marta está conmigo y laburando para que el que la mató vaya preso, y voy camino a eso”.
“Les pido por favor virar este barco que hace 20 años que no se puede virar. Nuestra vida sigue, pero María Marta, Guillermo Bártoli (su cuñado), mi vieja y mi viejo están muertos. Hagan justicia por María, boludos, se los ruego”, le dijo al tribunal, frente a los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.
Hartig, además, acusó al fiscal Molina Pico, Juan Martín Romero y al policía Aníbal Degastadi, de haber conformado una “corporación judicial” que condenó a su familia por sus distintas participaciones.
“Nunca le dije a (Diego) Molina Pico que tenía dudas, el fiscal era él, las preguntas las tenía que hacer él. Metimos dos ambulancistas con la obligación legal de hacer la denuncia, un fiscal de Casación (por Juan Martín Romero Victorica), (Aníbal) Degastaldi y Molina Pico no vinieron a tomar café a casa, vinieron a laburar. ¿Eran cinco tipos con obligación legal de hacer las cosas bien y encubrimos nosotros?”, se preguntó.
“Estuve nueve horas poniendo la mano en la mierda y ni él (Molina Pico) sabía lo que era un pituto, no me dijo que era una bala, tuvo que poner un perito balístico. ¿Y yo me tengo que dar cuenta qué es una bala, la puta madre? Fueron 20 años, flaco, que nos estuvieron rompiendo el orto”, expresó antes de largarse a llorar, en referencia a las imputaciones y condenas a él y parte de su familia.