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Columnistas

El PreViaje y la voluntad política

preViaje

Finalmente llegó la confirmación del tercer lanzamiento del Plan PreViaje.

Cuando la situación económica del país ponía en duda su realización, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, anunció que en los próximos días se lanza oficialmente la tercera edición del programa más exitoso de la gestión de gobierno de la administración Fernández.

A fines del 2020, cuando el país avanzaba lentamente con la campaña de vacunación contra el Covid 19, las barreras para hacer turismo dentro de nuestro país comenzaban a levantarse, y fue entonces cuando se presentó por primera vez un plan de incentivos para movilizar a la actividad turística, el rubro más afectado en el mundo por la pandemia.

No fue fácil. Tampoco el éxito rotundo que se esperaba.

Sin embargo, y a pesar de las dudas que se gestaron después del anuncio, la idea comienza a prender en la gente.

Estábamos inmersos en una pandemia que dejó en la Argentina más de 130 mil muertos y el PreViaje parecía un dádiva política que el Estado le daba a la gente para hacer turismo autóctono.

Se lanza la tercera edición del programa más exitoso de la gestión de gobierno de la administración Fernández.

No se entendían aún los alcances de una actividad económica que genera millones de puestos de trabajo de manera directa e indirecta.

En ese momento miles de personas perdían sus empleos, las empresas se endeudaban y nada indicaba que fuera una inversión para poner en marcha la economía de un sector económico paralizado.

La idea era arriesgada y audaz, pero necesitaba una comunicación que estuvo lejos de estar a la altura de las circunstancias.

Solo 600 mil argentinos se animaron a creer en la promesa de recibir el 50% de lo gastado por viajar dentro del país, abonando un total de 10 mil millones de pesos y recibiendo a cambio 5 mil millones en una tarjeta de débito emitida por Banco Nación, después de la presentación de las facturas de los servicios turísticos contratados.

El efecto que produjo ese primer PreViaje se vio reflejado en la segunda edición, donde más de 4 millones de personas compraron servicios turísticos argentinos para todo el 2021 y parte del 2022. Esto permitió récords de ocupación en muchos destinos de todo país.

En la primera edición solo 600 mil argentinos se animaron a creer en la promesa de recibir el 50% de lo gastado por viajar dentro del país.

En junio de este año se anunció en el Boletín Oficial que habría una tercera edición del Plan PreViaje, con modificaciones y pensando en la continuidad del desarrollo de las economías regionales turísticas, pero en baja temporada.

La economía nacional, una vez más, frenó la iniciativa a la espera de las decisiones del nuevo ministro de economía, Sergio Massa, y su equipo.

Y finalmente el Ministro Lammens volvió a confirmar su puesta en marcha aunque más acotado.

La venta a los viajeros se hará efectiva a fines de este mes de agosto y estaría vigente por todo septiembre.

Será para viajes que deberán realizarse entre octubre y noviembre y el crédito que generen esas compras de servicios turísticos deberá utilizarse antes del 31 de diciembre del corriente año.

De acuerdo a los dichos del propio ministerio de Turismo y Deportes, el Estado recupera poco más del 80% del dinero invertido en PreViaje producto de que las operaciones son facturadas en su totalidad. De ahí reciba esa cifra a través de la recaudación impositiva.

Ahora bien, también permite la continuidad laboral de las empresas turísticas que todavía no se recuperaron del cierre de casi 2 años que les provocó la pandemia, donde muchos pequeños empresarios perdieron el trabajo de toda una vida.

La tercera edición será para viajes que deberán realizarse entre octubre y noviembre.

Pero además fomenta la cultura al recorrer nuestro país turísticamente, algo que muchas veces se ha perdido por la falta de competitividad en precios con países vecinos y no tanto.

Mantener el empleo y la ocupación de los destinos en las bajas temporadas es un objetivo alcanzable sólo con voluntad política y el PreViaje es eso, voluntad política de atender a un sector que fue ninguneado por muchos gobiernos ante la ignorancia de saber cuál era su producido y que la pandemia dejó expuesto de manera contundente.

Argentina tiene todas las condiciones para ser un país turístico y no sólo un país con turistas. Del Estado depende que se generen las políticas que lo permitan.

La diferencia entre país y otro es mucho más importante que la simple retórica.

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