Luego del curioso episodio en el que el canal A24, luego de que la conductora Viviana Canosa renunciase a su puesto en la señal denunciando censura, dejó la silla de la periodista vacía y pasó clips viejos, diversos periodistas se largaron a analizar la situación.
Diego Iglesias, conductor de Mejor País del Mundo, comentó: "Me gusta una definición de Juan José Becerra, que la denomina a Canosa como 'la princesa hardcore del fascismo televisivo'". Siguió: "El canal explicó que su línea editorial incluye no difundir escraches a políticos, por lo que Canosa renunció".
El periodista relató que los medios suelen tener línea editorial, "ciertos bordes o parámetros de los cuáles se tienen que manejar los periodistas". Destacó que el uso que le dio a la línea editorial A24 "ingresa la discusión sobre si fue o no un acto de censura".
Canosa es la fórmula pesificada de Fox News, como Etchecopar: ella miente, violenta, maltrata a sus invitados.
Si bien el conductor señaló que no le pareció censura lo que ocurrió con Canosa, también planteó que "a los dueños de A24 no les molestó el nivel de violencia que ejerció Canosa en su canal, solo equiparable a la de Baby Etchecopar en la misma señal". Analizó que esa periodista llegó tarde a "lo que estableció Fox News en los 90', un periodismo que apela solo a la emoción, donde no importan los hechos, solo exaltar las emociones de la audiencia".
"Canosa es esa misma fórmula pesificada, como Etchecopar: ella miente, violenta, maltrata a sus invitados", relató Iglesias. El periodista opinó que en el canal la dejaron hacer todo eso, y solo la frenaron cuando iba a difundir un escrache contra Sergio Massa. "Y ya sabemos la relación entre los dueños de A24 y el ministro", subrayó.
Finalmente, Iglesias le dedicó unos minutos a la lectura de una nota de Juan José Becerra en Eldiaro.ar, donde el autor habla de Jonatan Viale y su entrevista a Gastón Guerra, el autor y uno de los organizadores de los sucesivos escraches a dirigentes políticos. "Las preguntas de Viale eran remilgadas y pegajosas, mediocres y amicales, comprensivas y apologéticas de la violencia que había ejercido el entrevistado, a quien no osó contrariarlo nunca", afirmó Becerra. Añadió: "Más que un entrevistador de Guerra, Viale es su instigador y guionista". "Está creando un personaje", afirmó.
Becerra siguió: "Los chiquis Viale y Feinmann, sin advertir que juegan con el mismo fuego en el que podría arder su empleador candidato, han estado 'coincidiendo' plenamente con las hordas que interceptan políticos en bares y patean camionetas de funcionarios, más no de todos pues, como en todo plan de purificación moralista, prima el principio de selección".
