Ni Rusia ni Ucrania se hacen cargo del bombardeo de la central nuclear de Zaporiyia que fue atacada ayer, hecho que la ONU calificó como "acto suicida" en esa zona.

Esa central nuclear es la más grande de Europa y está ubicada en territorio ucraniano bajo control ruso desde marzo. El miedo por las posibles consecuencias catastróficas va en aumento. Los proyectiles de 152 milímetros provocaron un incendio en el territorio de la central extinguido rápidamente por los servicios de emergencia.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov sostuvo que "el domingo 7 de agosto, las fuerzas de Zelenski cometieron otro acto de terrorismo nuclear dirigido contra las obras de infraestructura energética de la planta nuclear de Zaporiyia" dañando la línea de alta tensión.

Mientras tanto, Ucrania acusa a los rusos y aún no se han podido confirmar la autoría del ataque: "Cualquier bombardeo contra esta instalación es un crimen abierto y flagrante, un acto de terror", dijo Zelenski.